teatro

Punto y seguido, no hay adiós para el humor

  • Después de 17 años y casi un millón de espectadores, Manolo Medina y Javier Vallespín despiden 'Dos hombres solos sin punto com... ni ná'

  • Pero habrá segunda parte

Manolo Medina, con su inseparable bata y abanico, y Javier Vallespín, en un momento de la obra.

Manolo Medina, con su inseparable bata y abanico, y Javier Vallespín, en un momento de la obra. / m. h.

Jerez, año 2000. Un amigo del actor y humorista gaditano Manolo Medina va a inaugurar un pub y le pide que monte un pequeño espectáculo. Entonces duró 45 minutos. Casi 17 años después, el montaje de Dos hombres solos sin punto com... ni ná saca la carcajada al público durante dos horas y media. De un bar pasó a un café teatro y de escenarios de tercera a teatros de primera fila. Así, casi sin darse cuenta, Medina y su compañero de aventuras desde hace cuatro años, Javier Vallespín, se vieron llenando grandes espacios por toda España. Nada más que en el Teatro Alameda de Málaga han representado 500 funciones. Tanto es así que dos butacas llevan su nombre. Hoy (a las 21:00, Teatro Alameda) se vuelven a poner el delantal de lunares y el traje de ejecutivo para la función de despedida en el coso malagueño. Pero será un punto y seguido. No hay adiós definitivo para el humor.

"Se marcha Dos hombres solos sin punto com... ni na, pero no Manolo y Javier", explica Medina, que ya está en la "fase de cocinado" con su compañero Vallespín de la continuación de esta obra, ¡Qué mala suerte tengo pa tó! De la mano de los dos personajes que se han dejado tanto querer pretende actualizar los diálogos y las situaciones de todo tipo en las que se ven envueltos estos compañeros de piso tan peculiares. El 15 de junio la estrenarán en el Teatro Alameda y, aún sin haber terminado la fase creativa, ya tienen contratado el año completo en Málaga, Madrid y Sevilla.

"Después de tantos años no acabamos de entender cómo ha pasado, aquello comenzó a funcionar solo, un pub llamó a otro y empezamos a tener éxito en pequeño formato", reconoce Manolo Medina. "Ha sido el público el que nos ha puesto donde estamos, el que empezó a ir a vernos, realmente no sabemos el secreto del éxito ni queremos saberlo porque entonces nos volveríamos locos", agrega el actor y dramaturgo. Durante los 12 primeros años compartió escenario con Rodrigo Ponce de León y "el texto era mío". Luego se produjo una ruptura artística y decidió cambiar de actor. A Javier Vallespín lo encontró en un "casting multitudinario con gente de primera fila, con caras conocidas, pero Javier tenía para mí algo especial y no me equivoqué, le ha dado una fuerza y un empuje a la obra grandísimo. Ha multiplicado en todos los sentidos Dos hombres solos sin punto com... ni ná", comenta Manolo Medina.

Para estos actores y humoristas es el momento de hacer cumplir el refrán de "una retirada a tiempo siempre es una victoria". "Antes de que la gente se canse de nosotros vamos a dejarlos con un buen sabor de boca. Hemos decidido darle un descanso", reitera Medina y Vallespín apunta, "hemos mandado a la obra de Erasmus", bromea. En la nueva entrega, la singular pareja cambia de piso "y pasan todas las barbaridades que pasan en la obra", adelantan. "Es una continuidad", agregan, "aunque le vamos a dar un texto totalmente nuevo a los dos personajes". Eso sí, sin que Manolo suelte su abanico y sus lunares, sin que deje de ser él el que haga todas las tareas del hogar y Javier el que trabaje fuera de casa para ganar un sueldo. "Luego, como somos dos heterosexuales, Javier es el que se trae a las mujeres al piso, pero yo el que me las acabo ligando", bromea Medina.

En ¡Qué mala suerte tengo pa tó! Vallespín subraya que cuenta "un poquito de todo, hemos intentado llevar las nuevas tecnologías, internet, las redes sociales a la trama porque se estaba quedando un poco obsoletos". Y ante el nuevo reto asegura sentirse "un poco asustado". "Es que Dos hombres ha llegado a un nivel tremendo, nos han dado el Premio Sancho Panza del Humor y llevamos unas 1.300 actuaciones", relata Vallespín y asegura que "eso se ha logrado a fuerza de trabajar". También saben que la aceptación "va a ser buena" pero recuerdan que el texto de la obra que hoy despiden de Málaga es el fruto de 17 años sobre los escenarios y que ahora la nueva "va a necesitar su rodaje". Los nervios, como aseguran, son inevitables.

Desde el 15 de junio hasta el 17 de septiembre estarán en Málaga con la nueva propuesta. Luego se marcharán al Teatro Marquina de Madrid, en el que harán temporada desde el 23 de octubre al 14 de enero. Posteriormente se incorporarán durante un mes al Teatro Quintero de Sevilla.

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