Cine

Radiografías presentes y secretos pasados en el Festival de Málaga

  • Las películas Selfie, Nieve negra y Maniac Tales nutren hoy la sección oficial del certamen

Víctor García León y Santiago Alverú, director y protagonista de 'Selfie'.

Víctor García León y Santiago Alverú, director y protagonista de 'Selfie'. / J. Zapata / Efe (Málaga)

Cuando la realidad se convierte en una exageración constante, la ficción necesita reinventarse y eso es lo que se propone Selfie, de Víctor García León, un autorretrato de España a lo largo de 2016, que se ha presentado hoy en el Festival de Málaga dentro de la competición oficial. La película, rodada cámara en mano y con poco presupuesto, hace el seguimiento de Bosco, el hijo de un ministro imputado por corrupción, desde que lo expulsan de su chalet de la lujosa urbanización madrileña de La Moraleja hasta que entra a pedir trabajo en la sede de Podemos. Entre medias, un extraño idilio con una militante ciega que le busca casa y ocupación y una disputa por "amor" con otro compañero activista.

"Hemos hecho una alegoría subnormal de España",  ha explicado su director. "La chica ciega es España y va de la mano de dos idiotas que la van chocando contra los bolardos; un idiota de izquierdas y otro de derechas se pelean por una ciega que no sabe lo que quiere ni a dónde va", resume. García León (Madrid, 1976), que debutó en 2001 con Más pena que gloria, nominada a los Goya, ha incrustado a sus personajes en situaciones reales, como un mitin de Podemos en Vistalegre o uno del PP con Esperanza Aguirre en la plaza de Colón. "La idea era colocar la cámara en la vida, no rodar de manera convencional con figurantes detrás", señala, "por un lado porque era más barato, pero además creo que la película gana fuerza cuando suceden cosas inesperadas".

Santiago Alverú es el actor que interpreta a Bosco y le da una credibilidad que sólo podía lograr alguien que perteneciera a su mismo estrato social. "En el cine español, por lo general, la clase alta se retrata desde la clase media-baja, y eso hace que a menudo el resultado sea una parodia", asegura García León. Alverú lo clava, dice, porque "sabe que ser pijo no es sólo hablar con la boca de una determinada manera, y eso hace que el personaje tenga más capas".

También se ha presentado hoy en la sección oficial Nieve Negra, un thriller sobre secretos familiares dirigido por el argentio Martín Hodara. El mismo Hodara ha presentado su ópera prima acompañado de Leonardo Sbaraglia, que esta noche recibe un homenaje del festival, y la española Laia Costa. Faltaba Ricardo Darín, tercer vértice del triángulo protagonista.

"Me interesaba contar la historia de una familia oscura y de cómo el pasado influye en el presente y se perpetúa", ha explicado Hodara en rueda de prensa. "Todas las familias tienen secretos, cosas que no se dicen, un familiar del que no se habla", ha confesado. Sobre esos silencios y misterios pivota Nieve negra, un éxito de taquilla en Argentina que llegará a los cines españoles la próxima Semana Santa. Darín es Salvador, un tipo hosco y solitario que vive aislado en su refugio de montaña. Tras décadas sin verse, su hermano Marcos (Sbaraglia) y su mujer Laura (Costa) viajan a Argentina para convencerle de que venda las tierras que comparten por herencia de su padre, pero el reencuentro reaviva el enfrentamiento entre los hermanos y agita fantasmas del pasado. Hodara, que cita entre sus mayores influencias a Kubrick, Polanski y Orson Welles, ha tardado seis años en poder sacar adelante la película por la dificultad de cuadrar las agendas de los actores, conseguir nieve y dinero, todo a la vez.

La remesa de hoy de la sección oficial se completa con Maniac Tales, película de terror de producción local que reúne cinco piezas breves e independientes, dirigidas respectivamente por Kike Mesa, Abdelatif Hwidar, Denise Castro, Enrique García y Rodrigo Sancho. La cinta llega al Festival de Málaga fuera de concurso.

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