Música Intérpretes en clave de presente y futuro

Razones de los Del Valle para tocar a cuatro manos

  • Los pianistas malagueños, aclamados por la crítica y con agenda internacional a pesar de su juventud, proponen el formato dúo como marco estético más allá de lo ocasional

Los hermanos Víctor y Luis del Valle, que forman uno de los más destacados dúos de piano jóvenes europeos, tienen entre sus objetivos "darle otro enfoque" a este tipo de formación musical y que se descubra "como algo de valor o de calidad, no sólo como dos personas que se juntan ocasionalmente". "Existe la idea de que es algo amateur, y queremos que se vea que puede ser una agrupación muy espectacular, muy diferente a un solo piano y a otras agrupaciones de cámara", afirma Luis del Valle, de 26 años.

Su hermano Víctor, de 29, apostilla que el dúo "siempre se ha tenido como una formación poco profesional, que se han juntado un tal y un cual y en dos días han preparado un programa y lo han hecho, o se piensa en dos personas que no han tenido la oportunidad o el talento para hacer una carrera de solista y se juntan". En su caso, pese a ser hermanos y haber empezado a tocar el piano con 10 y 7 años, respectivamente, formaron el dúo tardíamente y a iniciativa de Dimitri Bashkirov, su profesor en la Escuela Reina Sofía de Madrid, que les pidió que tocaran una obra a cuatro manos, "y parece que le gustó el resultado".

Tras el debut en noviembre de 2004 en el Auditorio Nacional de Madrid, "todo fue muy rápido" para estos pianistas nacidos en Vélez-Málaga, y en el verano de 2005 acudieron a la ARD International Music Competition de Múnich, donde consiguieron el premio especial del público. "Al recibir el premio, pensamos que sería esto a lo que nos teníamos que dedicar", según Luis, que admite que era duro en la infancia asistir varias veces a la semana al Conservatorio "mientras los amigos se iban a jugar al fútbol", y es que, como apunta Víctor, "al principio no le ves ningún resultado, machacas teclas y no suena demasiado bien".

Rechazan que su compenetración sea algo "automático" por ser hermanos, porque "es fruto del trabajo, y hay que estudiar mucho para estar bien compenetrados, tener una misma idea de la obra, hacer un análisis profundo de lo que vas a tocar y una misma idea de lo que se quiere transmitir". Ser hermanos sí les ayuda para tener más confianza y hablarse "sin contemplaciones", algo "positivo para no perder tiempo en el ensayo, porque no nos andamos con formalidades", señala Víctor, que, si un día ve que su hermano no está inspirado, le espeta sin ambages: "Esto es una m..."

Su trabajo está lleno de gestualidad, y es que ambos consideran que son "intérpretes" y están "en una profesión muy cercana al teatro, en la que tenemos que interpretar un papel y creérnoslo, no para convencer al público, sino para convencernos a nosotros mismos", según Víctor. "Tienes que buscar qué hay en esa música, qué transmite, y en el momento en el que lo encuentras, algo te nace de dentro, algo natural que surge una vez que has trabajado la obra y conoces qué pretendía el autor", apunta Luis, que añade que si esa teatralidad "fuera algo buscado, quedaría muy poco natural". No se plantean el futuro ni les "agobia", porque se lo pasan bien, ahora tienen "la oportunidad de estar tocando y de compartir la música con la gente" y les "encantaría" seguir haciendo eso, "pero si no podemos hacerlo encima de los escenarios, lo haremos en otro sitio", afirma Víctor.

Después de haber tocado durante 2009 en ciudades como París, Bogotá o Helsinki, afrontan los primeros meses de este año con compromisos en Bélgica, Polonia, Madrid y Sevilla. Además del premio de Múnich, han ganado la Medalla de Plata del ciclo El primer Palau, del Palau de la Música de Cataluña, en 2005, recibieron una subvención del Ministerio francés de Salud y Juventud para grabar un disco tras haber ganado el concurso Musiques d'Ensembles 2008 y ganaron el Premio Especial Mozart en el Byalystok International Piano Duo Competition de Polonia.

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