Antonio Domínguez Ortiz murió en enero de 2003 y con él se fue no sólo un apasionado y humilde catedrático de enseñanza secundaria, sino también un "maestro de historiadores", como es calificado por tantos compañeros. "Yo lo que he aprendido de la Historia se refiere a la naturaleza humana, y a mí me parece que lo que se deduce es que la cultura, la civilización es como un barniz sobrepuesto a una base que en el fondo sigue siendo la misma", afirmó este curioso voraz y prolífico, responsable de más de 400 estudios, en una entrevista con el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla Manuel Moreno Alonso, incluida en El mundo de un historiador (Fundación José Manuel Lara), volumen premiado con el galardón de biografías que lleva precisamente el nombre del investigador.

La semana que viene (domingo 18) se cumplirá el primer centenario del nacimiento en Sevilla de Domínguez Ortiz. Con motivo de la efeméride, publicaciones y actos de distinto tipo celebran estos días su rica contribución a la historiografía española, en la que está acreditado como uno de los mayores expertos en la España del Antiguo Régimen. Licenciado en Filosofía y Letras y miembro de una ilustre generación a la que pertenecieron también Caro Baroja, Batllori, Carande o Maravall, el estudioso sevillano, afincado buena parte de su vida en Granada, vivió su oficio, en expresión de Moreno Alonso, "como una batalla del espíritu, como una aventura intelectual".

Obras como La identidad de Andalucía (1976) dan cuenta de su interés en este tema que desde entonces volvería a tratar con frecuencia. También dedicó tiempo a reflexionar sobre el pasado de su ciudad, en libros como Orto y ocaso de Sevilla (1946), el primero de los suyos que vio la luz. Para comprender el sufrimiento de los moriscos reservó asimismo no pocos esfuerzos; Historia de los moriscos. Vida y tragedia de una minoría (1978), uno de sus más reveladores trabajos relacionados con la cuestión, sintetizaba, con la colaboración del hispanista Bernard Vincent, gran parte de sus aportaciones. La esclavitud en la España moderna tampoco dejó de llamar la atención de este historiador preocupado en general por los marginados y las capas sociales desatendidas en la historiografía clásica, una inclinación a escribir la historia desde abajo plasmada de manera a veces sorprendente en sus investigaciones, teniendo en cuenta que no fue un historiador de la escuela marxista.

Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 1982, Hijo Predilecto de Andalucía desde 1985, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz, Domínguez Ortiz fue además miembro de la Real Academia de la Historia y de la British Academy y presidente de honor del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, entre una larga lista de reconocimientos dentro y fuera de España a su trayectoria.

El nuevo número de Andalucía en la Historia, el correspondiente al trimestre de octubre a diciembre de la revista que edita el Centro de Estudios Andaluces, ofrece precisamente un amplio repaso al legado del sevillano cuando están a punto de cumplirse los cien años de su nacimiento. Artículos especiales del director de la publicación, Manuel Peña Díaz, que lo define como "el historiador andaluz más brillante del siglo XX" y como alguien que supo "levantar la voz contra la manipulación de la historia por tantos meapilas identitarios"; del citado profesor Moreno Alonso, de quien se ofrece un adelanto de su premiada biografía; del catedrático Antonio Herrera García, integrante de la Asociación de Profesores Hespérides; y del profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona Ricardo García Cárcel recuerdan los logros profesionales del historiador y trazan los contornos de una vida grande también desde el punto de vista humano.

Por su parte, la Fundación José Manuel Lara organizará los próximos días 21 y 22, en colaboración con la Junta de Andalucía y la Real Academia de Buenas Letras, un ciclo de conferencias en las que participarán expertos como Bartolomé Bennassar, Joseph Pérez, Carlos Martínez Shaw, Jacobo Cortines, Joseph Pérez, Antonio Luis Cortés o Enriqueta Vilas, entre otros, para rendir homenaje a Domínguez Ortiz, "gran renovador de la historiografía española". Las sesiones se celebrarán en la sede de la Academia de Buenas Letras.

Dentro de su programa se presentará de hecho el libro El mundo de un historiador, un proyecto "apasionante" para Moreno Alonso, que trató de plasmar en el libro no sólo al personaje, "muy atractivo para un historiador", sino también "su mundo y su pensamiento", como explicó en su momento el autor.

"A pesar de la grandiosidad de su obra, su repercusión en el mundo de la investigación y su total dedicación a la enseñanza, pocas voces se han alzado este año para reivindicar el papel de don Antonio -como es conocido- en la renovación de la historia moderna de España, que es uno de los objetivos de este ciclo organizado por la Fundación Lara", resaltan desde la fundación, que pretende también hacer especial hincapié en la faceta divulgadora de Antonio Domínguez Ortiz.