Crítica de Cine

Réquiem por un sueño

No dormirás podría presentarse sencillamente como una entrega más de la casa Filmax para el público adolescente, con todo lo que eso conlleva. A saber: sustos detrás de cada puerta, sombras que se mueven a las espaldas, personajes más o menos inestables y, por qué no decirlo, una premisa atractiva. Bianca (Eva de Dominici), una actriz en ciernes, acepta el desafío de preparar una obra de teatro en un hospital psiquiátrico abandonado. Para ello, se pondrá a las órdenes de Alma (Belén Rueda), una directora obsesionada con sobrepasar los límites de la actuación vía la privación del sueño.

La cinta, como suele ser marca de la casa, presume de una factura brillante, y Hernández puede inscribirse ya en la nómina de directores que manejan muy bien el espacio (ya lo logró en La casa muda, 2010). Sin embargo, con todo ello apenas consigue un producto funcional en el mejor de sus tramos, y notablemente anodino en el resto. Tras un inicio llamativo, el ritmo no tarda en decaer; y los sucesivos triples mortales del guión no alcanzan para mantener el interés cuando se agota el proceso de desestabilización de Bianca.

También lastra las opciones de la cinta un casting castigado por el peaje de las coproducciones (española, argentina y uruguaya, en este caso). El acento porteño se lleva por delante a una esforzada Natalia de Molina; así como Belén Rueda resulta mucho menos convincente en el rol de opresora que en el de oprimida. Un ojo avezado podría incluso detectar a María Alfonsa Rosso, prácticamente relegada a ser una cara en una bolsa.

"Puedo entender que la admires y que te encante el proceso, pero aquí hay algo que va mal", alerta Bianca a su compañera poco antes de que la película altere sus propias normas y se abandone a una suerte de giro permanente. Dicho sea de paso, un producto quizá más apropiado para un domingo de palomitas que para la sección oficial de un festival.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios