Más de un millón de personas han pasado durante los últimos diez días por la Semana Negra de Gijón, festival literario dedicado a la novela negra en el que se han vendido más de 51.000 libros, cifras que superan las registradas en ediciones anteriores. El organizador de la Semana Negra, Paco Ignacio Taibo II, resaltó ayer durante la jornada de clausura que lo más notable de esta vigésimo primera edición ha sido la "diversidad cultural" que se pudo ver por la playa de Poniente. "Pude ver el otro día por la noche a un par de senegaleses que empezaron a tocar tambores, y como nadie les pidió papeles se sentían muy seguros escuchando su música nativa", afirmó Taibo II en el acto de clausura del festival.

Para el organizador de la Semana Negra, una vez más se ha "intentado mezclar el festival literario con una fiesta popular" que ha dado como resultado una "intensa carga de emociones que harán que esta edición sea inolvidable durante muchos años".

Paco Ignacio Taibo II agradeció el trabajo de todos aquellos que han hecho posible esta edición, y entregó los diplomas de los premiados en los concursos de literatura y belleza. Por su parte, el presidente del Principado de Asturias felicitó a la organización "por el impresionante sentimiento de convivencia de estos diez días". "Este mundo globalizado que intenta disgregar y fomentar la xenofobia tiene su contrarrespuesta en este tipo de festivales", expresó Areces al señalar el interés de los ciudadanos por la Semana Negra. La alcaldesa de Gijón subrayó que "esta edición ha batido récords de asistencia y venta de libros de otros años", y ha confesado que fuera de la ciudad sólo le preguntan "por el Sporting y por la Semana Negra".