Cultura

Sevilla según Tom Cruise

  • El actor vuelve a ofrecer una nueva visión distorsionada de la ciudad tras 'Misión Imposible 2' · El intérprete presentó la película, una efectiva comedia de acción, junto a Cameron Diaz y el director James Mangold

En una de las secuencias iniciales de Misión Imposible 2 (John Woo, 2000), Sevilla se presentaba ante el público como una ciudad próxima al delirio que fagocitaba cualquier fiesta que se celebrara dentro de la geografía española. Las escenas en cuestión transcurrían en Semana Santa, pero la procesión de un Cristo era escoltada por un séquito de falleras, los devotos iban ataviados de rojo -alguno de ellos se marcaba incluso un bailecito más propio de un país caribeño- y la multitud portaba antorchas mientras realizaba su penitencia. "Estas fiestas son un fastidio. Honrar a los santos quemando cosas. Curiosa manera de venerarlos, ¿no cree?", le preguntaba entonces un perplejo Anthony Hopkins a Tom Cruise.

Firmaba aquella empanada mental el guionista Robert Towne, con una larga trayectoria con títulos como Chinatown o Shampoo a sus espaldas, que si alguna vez se informó sobre las fiestas de la primavera sevillana tuvo que sufrir, posteriormente, algún tipo de incomprensible amnesia. No había que esperar, por tanto, mucha verosimilitud en Noche y día, o más concretamente en lo que un novel en la escritura de largometrajes como Patrick O'Neill podía hacer con un paisaje tan dado al tipismo como la ciudad de la Giralda.

Noche y día, presentada ayer por sus propios intérpretes, Cruise y Cameron Diaz, y el director, James Mangold, en el Lope de Vega, reinventa Sevilla sirviéndose de esos materiales ajenos. En Sevilla, según esta película, se corren sanfermines, hay cabezudos en las celebraciones y la famosa calle Ancha de Cádiz desemboca en el albero de la Maestranza. "Hoy es la festividad de San Fermín", le dice el personaje de Jordi Mollá -un traficante de armas español- a la heroína que interpreta Cameron Diaz, como si esa fiesta tuviera gran trascendencia en la capital andaluza, y le pregunta a la chica, de paso, si alguna vez ha visto una corrida.

Las hermosas calles de Cádiz y Sevilla se mezclan así -aunque en los letreros sólo consta la segunda de las ciudades- en un mismo encierro de vaquillas. La cinta regala también frases memorables en el retrato de los espacios andaluces. "¿Estos techos son de paja? En Boston no tenemos este tipo de arquitectura", pregunta la pizpireta Cameron Diaz mientras recorre los interiores de la Casa de Pilatos. El público, a pesar de que hubo alguna risa aislada, no protestó por estas incoherencias porque, al fin y al cabo, this is Hollywood.

La proyección comenzó con bastante retraso pues las estrellas continuaron firmando autógrafos y concediendo entrevistas bastante más allá de las 22:00, hora a la que debía arrancar la proyección. Por megafonía se avisó al público, que salía y entraba del teatro sin rumbo fijo para hacer tiempo, de que "estamos sufriendo un retraso por causas ajenas a este teatro", lo que provocó el aplauso de los asistentes. La algarabía se calmó a las 23:00 cuando el diestro Francisco Rivera apareció en el escenario para presentar a los protagonistas de la noche. "Mi osadía no tiene límites", bromeó el torero antes de dar paso a Cameron Diaz, Tom Cruise, James Mangold, Jordi Mollá y la productora Cathy Conrad. "Hemos venido a Sevilla al estreno por el cariño que recibimos de esta ciudad y en recompensa por todo lo que molestamos en el rodaje", declaró Diaz mientras Cruise mostraba su entusiasmo por la belleza del teatro. "This is beautiful!", exclamó el intérprete.

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