Cultura

Silvia Munt se enfrenta al drama de la insatisfacción en su debut en el largometraje

  • La directora también protagoniza 'Pretextos' junto a Laia Marull y Ramón Madaula

Primero fue la danza. Luego la interpretación. Pero hubo historias que impactaron tanto a Silvia Munt que tuvo la necesidad de contarlas. Realizó documentales, cortometrajes y películas para televisión, una suerte de preparación para su salto al largometraje. En Pretextos Munt ha realizado el ejercicio contrario. "Tenía que hablar desde las tripas, desnudarme para intentar entender qué pasa con la vida, por qué hay tanta gente que está a punto de irse al no gustarle este tinglado", reconoció ayer la cineasta y coguionista junto a Eva Baeza, también protagonista del filme. Laia Marull, Ramón Madaula, Francesc Garrido, Mercè Llorens y Álvaro Cervantes completan un reparto que cuenta con la participación del veterano Manuel Alexandre.

Cada segundo hay un intento de suicidio en el mundo y esta escalofriante estadística le ha servido a la realizadora para componer una historia que ahonda, sobre todo, en la insatisfacción. "Uno puede ser feliz hasta que sabe que puede serlo más", escribe Viena en su pizarra. Es una directora teatral casada con un médico de un geriátrico al que quiere pero cada día soporta menos. El miedo a la soledad compartida, a la infidelidad como válvula de escape, al desmoronamiento planean sobre la pareja. "Hay tanta información de lo que tenemos que ser, de lo maravillosas y perfectas que deben ser nuestras relaciones, que la insatisfacción nos abruma", confesó Munt.

Junto a este matrimonio en crisis, Eva -enfermera del geriátrico- "es la única agustiada, porque se siente responsable del mundo", explicó la directora. Este personaje, que interpreta con maestría Laia Marull, da tanto de una manera tan generosa que "todo eso la llena de tristeza". "Intentamos buscar esa angustia y ese sufrimiento de la manera más llana y con el mayor respeto posible", recordó Marull. Y un actor alcohólico termina siendo el más listo de todos porque piensa que cada uno se aferra a los pretextos que puede con tal de agarrarse a la vida, según la cineasta.

Como un ángel, casi de puntillas, transita el hijo de Daniel. Con su jirafa en mano intenta captar los sonidos de todo lo que le rodea para componer un puzle que le hará a los protagonistas comprender muchas cosas. "Es el personaje que parece más al margen de todo y sin embargo, es el que acaba más cerca de ellos, conectándolos", dijo Álvaro Cervantes.

Con los sones de Johnny Guitar Silvia Munt pretende explicar toda una filosofía de vida. "Todos queremos que nos quieran y quien no lo reconozca es que miente como un bellaco", añadió Munt para la que "la soledad puede ser la misma, o incluso peor, con una pareja a tu lado porque estar en pareja no significa estar acompañada".

Para poderse enfrentar a realidades tan duras, la cineasta hace algún guiño a la comedia. "Si nos pudiéramos observar siempre desde fuera seríamos más sabios".

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