¿Cuál es la puerta de entrada al mundo de las Bellas Artes? ¿Qué credenciales habremos de presentar para traspasar ese umbral? Existe la idea, bastante extendida, de que para poder acceder -en un sentido espiritual, se entiende- a ese mundo son necesarios un amplio conocimiento histórico y una exquisita formación estética al alcance de muy pocos. Esta idea, que bascula entre lo esotérico y lo elitista, resulta ciertamente disuasoria para muchos. Evidentemente, el auditorio ilustrado es capaz de vivir una experiencia artística de mayor calado, pero no es la única posible. Desde hace algunos años, Ramon Gener, músico de formación, se ha propuesto desmitificar uno de los ámbitos más reservados y exclusivos -¡pero enormemente popular en otro tiempo!-de la música clásica y acercar la ópera de una manera desenfada y casi irreverente a todos los públicos. El conocido presentador de Òpera en texans (TV3) y This is Opera (La2) presentó ayer en la Sala María Cristina Verdi: La trilogía popular de 'Rigoletto', 'Il Trovatore' y 'La Traviatta', acto organizado por Esirtu Gestión Cultural. Lleno absoluto para presenciar este evento, anunciado como conferencia, pero que fue en realidad una puesta en escena a caballo entre las conferencias TED, el monólogo y la performance cultural. Sobre el escenario, un piano y un Apple. Una receta de éxito que combina humor, conocimiento sin pedantería y un indudable poder de comunicación, capaz de seducir y entusiasmar al auditorio durante más de dos horas. Ramón Gener bromea con el público, usa proyecciones para ilustrar sus explicaciones, toca el piano y canta al tiempo que va desvelando las claves musicales de las obras en las que Verdi abandona su vertiente nacionalista para, a través de personajes complejos, abordar los temas universales.