Cultura

El Thyssen admite que su oferta expositiva será de inferior calidad

  • Carmen Thyssen anunció al Ayuntamiento una programación "más contenida" hasta la aparición de patrocinadores · La exposición suspendida de Luca Della Robbia se presupuestó en 330.000 euros

Desde el primer momento en que se anunció la puesta en marcha del Museo Carmen Thyssen en Málaga, los anuncios en cuanto a su contenido, especialmente en lo que corresponde a sus exposiciones temporales, han estado consagrados en exclusiva a nombres de primera categoría: la misma baronesa Carmen Thyssen, propietaria de la colección permanente del museo y de la mayor parte de los cuadros que hasta el momento han nutrido esas muestras temporales, citó en su momento a Van Gogh, Monet, los maestros impresionistas y Sorolla, en propuestas finalmente no materializadas. Y aunque tanto su actual exposición, Paraísos y paisajes, como la que inauguró el programa temporal, La tradición moderna en la colección Carmen Thyssen, han traído a Málaga obras de artistas como Gauguin, Renoir, Picasso, Gris y Brueghel, la celebración de la muestra dedicada a Mercedes Lasarte y la suspensión (tal y como anunció ayer Málaga Hoy) de la dedicada a Luca della Robbia que iba a inaugurarse en noviembre han confirmado que el nivel no siempre será el mismo. Ayer, el concejal de Cultura y miembro del patronato del museo, Damián Caneda, explicó que la pinacoteca del Palacio de Villalón "ha asumido ya una reestructuración inmediata y necesaria de sus actividades museísticas", motivada por la "imposibilidad económica" de organizar grandes exposiciones. En este sentido, confirmó que fue la misma Carmen Thyssen quien decidió suspender de manera unilateral la muestra de Della Robbia (que había sido aprobada por el patronato el pasado diciembre) tras anunciar al alcalde, Francisco de la Torre, que el museo deberá adoptar una "mayor prudencia" a la hora de diseñar sus exposiciones temporales, al menos "hasta que puedan disponerse de patrocinios que permitan hacer frente a los gastos". Dicho de otra manera: los más atractivos ganchos con los que se promocionó el museo en su día serán, por ahora, muchos menos.

Caneda apuntó además que la pinacoteca trabaja ya en la organización de una nueva exposición que sustituirá a la suspendida con el objetivo de inaugurarla en otoño y que, previsiblemente, se sustentará exclusivamente con fondos extraídos de la colección personal de la baronesa. Otras fuentes municipales confirmaron que la exposición de Luca della Robbia (uno de los escultores florentinos más influyentes e importantes del Renacimiento), para la que contaba con préstamos de museos y colecciones privadas italianas ya en su mayoría acordados, se presupuestó en su aprobación a cargo del patronato el pasado diciembre en 331.754 euros, de los que 168.000 correspondían a gastos directos. Esta cantidad es considerada inasumible por un museo que cuenta con una inversión municipal de 6 millones de euros por convenio durante tres años (de 2011 a 2013) sólo cuatro meses después de haber dado luz verde al proyecto. También la adecuación de los yacimientos arqueológicos del subsuelo, anunciados como otro de los grandes atractivos del museo para su visita, sigue sin llevarse a cabo por imposibilidad económica.

Otros miembros del patronato afirmaron que todavía ayer, tras la publicación de la noticia, seguían sin haber recibido información de la misma por parte de la presidenta del organismo, la misma Carmen Thyssen, ni del Ayuntamiento.

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