artes escénicas

Triunfos y fracasos de un artista en precario

  • Alberto Cortés y Andrea Quintana estrenan el sábado en la Sala Gades 'Hollywood'

Fotografía promocional de 'Hollywood'.

Fotografía promocional de 'Hollywood'. / 99páginas

"Todo fracaso es el condimento que da sabor al éxito", se lee en Música para camaleones de Truman Capote. Los protagonistas de la obra que se estrena este sábado a las 21:00 en la sala Gades son jóvenes, talentosos y viven, desgraciadamente, en una época donde la precariedad laboral está a la orden del día y las artes son despreciadas por la mayoría de instituciones públicas. ¿Así sabe el fracaso? ¿A precariedad, desprecio y vacío existencial? El dramaturgo malagueño no duda en responder antes a una pregunta más sencilla: quiénes son él y su compañera de escenario, la bailarina gallega Andrea Quintana: "Somos dos artistas, uno del norte y otro del sur, que jugamos y nos divertimos encima de las tablas. Ya sabemos que la obra va a ser un fracaso desde el minuto uno (ríe). Hablamos de eso porque no somos nadie. No sé si contaría en esta obra lo mismo si gozara de otra posición económica o si estuviera en el Teatro del Odéon de París, lleno de gente".

El espectáculo implica que el espectador se sumerja en "un juego, un viaje", señala Cortés. Ambos artistas demandan un público "activo, para nada pasivo" y preparado para viajar con los artífices de esto. Hollywood, como la propia palabra indica, arranca en un escenario de película: dos actores doblan una escena en la que ha muerto una joven. "Exterior, bosque, noche. Un hombre y una mujer aúllan sobre un cadáver. Uno de ellos tiene una pistola", añade el director de escena a modo de sinopsis. Este será el punto de partida, la excusa para reflexionar sobre lo que se entiende por triunfo y fracaso en la actualidad. "La palabra nos lleva hasta esas dos palabras. Nos han educado en una sociedad donde tienes que ser el mejor, el que se lleve el premio. Pero, ¿qué pasa cuando se desactiva esa idea en tu cabeza? No tener que hacer algo inmenso era una de las premisas que nos ayudó a entender lo que queríamos hacer en este montaje", cuenta el intérprete mientras apura su taza de té.

Este espectáculo multidisciplinar "con algo de comedia" mezcla diferentes lenguajes: vídeo, literatura, fotografía, danza, teatro, música. Un collage creado en dos años a partir de ideas de Cortés y de Quintana que cuenta con la colaboración del poeta Cristian Alcaraz; la rapera Eskarnia (Elena Casanueva), que los acompañará en directo en la sala Gades durante los dos fines semana que se programa -sábados a las 21:00, domingos a las 19:00-; Azael Ferrer a la iluminación; las construcciones plásticas de Luis Alhama y Fátima Montero; el Col·lectiu LOOPA! (Luz Prado y Pablo Contreras), que se ha encargado de componer la música; y las fotografías y vídeos de 99 páginas. "Individualmente ya trabajamos con una idea muy impura de la escena", advierte el autor "a medias" de la pieza donde se hacen guiños "a referencias pop" como la película Dirty Dancing, y a temas de música muy reconocibles.

El proyecto empezó a rodar aproximadamente hace dos años, cuando el Centro Pompidou de Málaga les pidió a los dos un montaje para mostrar en su primer aniversario. "Eso sólo fue una toma de contacto. Les pido a esas personas que acudieron a verlo que vengan a la Gades. Digamos que ahora se ha compactado en algo más sólido, con más sentido. Hablamos de un proceso creativo de dos años", explica. También reconoce el dramaturgo malagueño que el objetivo de ambos era "viajar mucho de residencia artística en residencia artística con la obra". Y lo consiguieron. Fueron con ella a Cáceres, San Sebastián, la Coruña, Málaga y Cádiz. "Fuimos algo así como dos novios que buscan sitios para liarse porque no tienen sitio. Pues nosotros para lo buscamos para crear Hollywood. Hemos tenido bastante suerte", declara Cortés mientras esboza una ligera sonrisa.

Durante el transcurso de la obra, los dos intérpretes reflexionarán sobre el concepto que se tiene de éxito y fracaso, pero también hablarán sobre los recuerdos, la memoria colectiva, sus propias historias. "Hollywood es un cajón desastre y nuestra imaginación es muy surrealista. La obra es un riesgo de principio a fin. Me refiero a riesgos personales. Yo siento que estoy arriesgando mucho", declara. A lo largo de 70 minutos aparecerá en escena una rubia. "Es el personaje dañado por el triunfo. Es algo roto", aclara.

Al final de la breve conversación, el artista malagueño alcanza a reconocer que es una obra "crítica con el momento que nos ha tocado vivir" y se autollama "artista en precario". "Andrea y yo exponemos abiertamente la idea de qué es triunfar en un escenario para nosotros y nada tiene que ver con lo comercial, es algo más profundo, personal, más auténtico... Nosotros sólo queremos ser libres en el escenario y cobrar por ello", concluye en tono amable. Triunfos y fracasos de dos artistas en precario dignos de ser escuchados y aplaudidos este sábado en la sala Gades.

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