En tiempos poco propicios para las vanguardias de pensamiento, una mujer alzó su voz a favor de los vientos de Europa. Se trataba de María Zambrano, corría el año 1945 y desde París la ensayista de Vélez escribía La agonía de Europa. "Cuando el continente estaba prácticamente destrozado ella tuvo una enorme visión de futuro, supo prever que Europa iba a ser el centro mundial de la cultura", recuerda Juan Fernando Ortega, presidente de la fundación que lleva el nombre de la pensadora universal. Del 22 al 25 de abril próximos, Vélez acoge su sexto congreso internacional en torno a su vida y obra, en esta ocasión bajo el lema Europa, sueño y verdad.

Una quincena de conferencias a cargo de profesores "mayoritariamente extranjeros" -apuntó Ortega- recordarán el legado ideológico de una mujer "con una enorme categoría política", matiza. Cuando Europa no era aún un ideal colectivo Zambrano tuvo "la osadía" de preconizar el resurgir esperanzador de un continente renovado.

"Europa es tal vez lo único en la Historia que no puede morir del todo: lo único que puede resucitar y este principio de resurrección será el mismo que el de su vida y el de su transitoria muerte", evocaba por aquel entonces María Zambrano (Vélez 1904, Madrid, 1991). El próximo 22 de abril se conmemora el día de su nacimiento hace ahora 104 años y la Fundación Zambrano celebrará un acto solemne como apertura del congreso. La conferencia inaugural correrá a cargo de Marifé Santiago Bolaños, directora del departamento de Educación y Cultura del gabinete de la Presidencia del Gobierno. El terrorismo de Estado en la obra de María Zambrano, la metafísica y el método en su obra, el pensamiento feminista y la vinculación de la filósofa con Heidegger serán algunos de los ejes temáticos de las distintas ponencias que se clausurarán con la intervención del diputado del Parlamento Andaluz, Antonio Garrido Moraga.

La Fundación María Zambrano organiza cada cuatro años un congreso internacional en su sede del Palacio de Marqués de Beniel en Vélez. El último compartió espacio con Madrid justo en el centenario del nacimiento de su protagonista. "Nunca celebramos la efemérides de su muerte, ya es demasiada desgracia que se haya muerto", sostiene Ortega.