Cultura

Vida y conflicto de la comunidad judía

"Resulta llamativo que no se haya producido hasta la fecha un estudio acerca de cómo afectaron los procesos de conquista y de repoblación al tercer grupo religioso por tamaño de la Península Ibérica medieval, el de los judíos", afirma Jonathan Ray en las primeras páginas de una síntesis que trata de cubrir este vacío historiográfico asumiendo el modelo teórico de las sociedades de frontera como espacio fluido y permeable en el que se inserta la vida de las comunidades hispano-sefardíes.

Su investigación se centra en el siglo XIII, época no sólo de conquistas, sino sobre todo de reasentamientos de población y puesta en marcha de procesos de integración que lideraron los reyes castellanos y aragoneses. Siglo irrepetible por la movilidad social de la que participa una sociedad hispanojudía populosa y floreciente sin equivalente en toda la Edad Media europea.

El autor aborda dos grandes asuntos en su obra: la migración de los colonos hebreos desde los reinos cristianos del norte donde estaban firmemente asentados hacia el sur y la vida en el seno de las comunidades judías que nacen del cruce entre los nuevos pobladores y los antiguos judíos ya establecidos en las ciudades de al-Andalus. La primera parte destaca por el original enfoque que da el autor a una bibliografía especializada ya conocida. Se interroga el profesor de la Universidad de Georgetown por el destino de los judíos y de sus propiedades en el proceso de transición de la dominación musulmana a la cristiana, concluyendo que los judíos nativos padecieron la usurpación y redistribución de sus tierras que pasaron a los repobladores cristianos pero también a los colonos judíos que venían con ellos. Una situación que obligó a desplazamientos y reasentamientos aprovechando las oportunidades que ofrecía el propio desorden y el estímulo de una monarquía que deseaba estabilizar el territorio recién incorporado.

Más valor tiene la segunda parte del trabajo en la que el autor combina, con clarividencia, fuentes de justicia procedentes del Archivo de la Corona de Aragón con la literatura jurídico-moral hebrea, los responsa rabínicos, recopilados en CD Rom gracias al Bar Ilan Responsa Project (Ramat Gan, Israel, 2000). Consigue traspasar, así, las puertas del Kahal e internarse en el universo, aún muy mal conocido, de la comunidad mosaica de la España medieval. Cierto es que sus fuentes sólo le permiten indagar en los ejemplos de Valencia y Mallorca pero con una penetración que capta el interés del lector. Aparece así un escenario de enorme tensión y conflictividad intercomunitaria en el que se proyectan las presiones que proceden del exterior (la Corona, los magnates) y minan la armonía interna de la comunidad. Los judíos notables y poderosos son, con frecuencia, objeto de denuncias de sus correligionarios que se quejan de abusos y corruptelas ante el rabino. Estos, a su vez, buscan el respaldo de los reyes o de las autoridades municipales fuera de la aljama, intentando evitar la ley judía.

El orden familiar y las relaciones sexuales también resultan terreno de controversia reproduciendo la misma tensión entre la amenaza exterior y la convivencia de la pequeña comunidad. Los moralistas condenan la vida muelle que gastan los judíos acomodados en la Corte y la práctica del concubinato femenino habitual entre los más poderosos que, a imitación de los nobles cristianos, mantienen un serrallo de esclavas musulmanas procedentes de las guerras. La cohabitación con mujeres infieles viola la santidad judía y se contempla como síntoma de un deterioro de los valores que ha ido demasiado lejos.

Nunca antes se había hecho un retrato tan vivo y complejo de las comunidades sefardíes del siglo XIII. Un colectivo que, lejos de estar aislado, participa de las tendencias y aspiraciones del resto de la sociedad (especialmente entre los notables) y que, por supuesto, sufre sus contradicciones e interioriza su violencia.

Jonathan Ray. Madrid, Alianza, 2009. 304 páginas. 22 euros.

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