La actriz Zoe Kravitz, vivo retrato de su padre, Lenny, compareció ayer sobre la alfombra roja de la Berlinale junto a Gabourey Sidibe para presentar Yelling to the sky, una película de temática parecida al Precious de su voluminosa compañera de reparto, dirigida por la debutante Victoria Mahoney. "Mi vida no ha sido nada parecido a la de esos personajes, familias marcadas por el alcohol, la marginalidad, la violencia. Pero puedo entender el complejo proceso de transformación hacia el mundo adulto que pasa mi personaje", explicó Zoe, considerada uno de los rostros a tener en cuenta del cine independiente de Estados Unidos.

La película de Mahoney refleja el interior de una familia desestructurada, formada por un padre blanco alcoholizado y a ratos violento, una madre negra depresiva, y sus hijas, que pasan sus aprietos en tanto que mulatas en un barrio de Nueva York no radicalmente marginal. "Hay muchos rasgos autobiográficos en el filme. Un hogar aparentemente cuidado, en una casa unifamiliar con jardín, puede esconder mucha miseria", explicó la directora. Se trata, según Sidibe, de una película "sincera, sacada de la vida misma" que retrata el difícil paso de la adolescencia al mundo adulto en un entorno difícil.