Cultura

El arte de la contemplación

  • La afluencia a las pinacotecas fue constante, pero durante las primeras horas no hubo grandes colas

  • La presencia fue la justa para poder disfrutar

El tiempo se detiene. El reloj y el móvil se convierten en herramientas innecesarias. Una vez rebasadas las puertas de un museo se accede a una realidad paralela, a esa en la que la contemplación adquiere, igualmente, categoría de arte. La luz tenue, el silencio, la quietud que ofrece un interlocutor no mudo pero sí estático proponen un poderoso escenario para abandonar la tiranía de los minutos que gobierna fuera. El disfrute se hace más elástico y denso contemplando un tríptico de Bacon, un impresionante mural de Jia Aili, una apasionante marina de Gartner, un frigorífico de Antonio López. Y no fueron pocos los que ayer quisieron enredarse en esa sensación y celebrar el Día Internacional de los Museos acudiendo a sus visitas guiadas, a sus actividades y sus exposiciones. Sin grandes colas durante la mañana, la afluencia fue la justa para poder transitar por las salas con la tranquilidad requerida. Este año se estrenaba en el recorrido un grande, el Museo de Málaga.

A las 11:00 la Asociación Amigos del Museo, que cumplía ayer 18 años, ya montó una mesa de información en la entrada de la pinacoteca. Con tan sólo cinco meses desde que abrió sus puertas en el Palacio de la Aduana, aún son muchos los que no conocen el centro. Los escolares daban vida al patio. Un grupo de 4º de Secundaria del IES Benalmádena acababa su ruta. La profesora Lourdes, jefa del departamento de Dibujo, alababa la restauración del edificio y las colecciones de Arqueología y Bellas Artes. A su alumno José Arcos le gustó la Alegoría de Málaga, el boceto que pintó Ferrándiz para posteriormente trasladarlo al techo del Teatro Cervantes. También el mosaico de la Villa romana de Cártama. "Le ha gustado más la pintura de principios del siglo XIX, el romanticismo y los primeros becados en Roma", decía la profesora, a la que se le quedó pequeño un recorrido de dos horas.

Al mismo tiempo, en la segunda planta, Antonio Riñones, miembro de la Asociación de Amigos del Museo de Málaga explicaba a una decena de personas, que seguían las indicaciones con gran atención, el comercio romano a través de las ánforas. Era la segunda visita guiada de la mañana. "Se le dice a la gente que ha venido a visitar el museo que se va a explicar una obra cada media hora, desde la prehistoria hasta lo más contemporáneo para intentar abarcar todo el espectro que acoge el museo", apuntó Rafael Martínez, presidente de la asociación. Cuando propusieron la actividad al museo, el centro se unió a la misma y se hizo en coordinación con los técnicos de la pinacoteca. "La idea es poner la atención en algo concreto, en la pieza y en lo que representa, en su por qué para poder dar una explicación que trascienda a la obra", agregó Martínez.

En total ayer estaban programadas 18 visitas en la actividad que titularon Poniendo voz al silencio. La Colección Loringiana en las Salas 1 y 2 fue la que abrió el fuego. También se charló sobre La invencible de J. Gartner, el cuadro Esclava en venta de Jiménez, el famosa Y tenía corazón de Simonet, la fundamental Tumba del guerrero, las obras de Moreno Villa, La meta sudante de Moreno Carbonero y las esculturas de Elena Laverón y José Seguiri, entre otras piezas.

Y la jornada se cerró con música, con el concierto del coro Nostro Tempo, del conservatorio elemental de Música Eduardo Ocón de Málaga y bajo la dirección de José Tomás Entrambasaguas. "Llevábamos dos años realizando el concierto en la puerta de la Aduana, por fin podemos hacerlo en el patio", dijo, satisfecho, el presidente de la Asociación de Amigos del Museo de Málaga, entidad que constituyó tras una asamblea en la Cámara de Comercio con 32 socios -ya había sido desalojado el Bellas Artes del Palacio de Buenavista- y ahora ya va por el número 950. "Estamos exultantes hoy, tremendamente felices de estar dentro del museo, por fin, y que toda Málaga pueda disfrutarlo", señaló Rafael Martínez y pidió que "entre todos hagamos que éste sea uno de los mejores museos de España, que ya lo es".

Sorprendida por la belleza de algunas piezas, una turista italiana se detenía en las vitrinas del almacén visitable. Otras visitantes de Zaragoza ya lo hicieron hacía unos días y ayer aprovecharon para entrar de forma gratuita en el Museo Picasso y en el Museo Carmen Thyssen. En la puerta de este último esperaban a media mañana unos 15 minutos de cola para entrar. "Acabamos de venir del Picasso, estábamos allí cuando abrieron y no había aglomeraciones", comentaron. Junto antes que ellas, accedió al Thyssen un grupo de Puente Genil que pasaba unos días en Málaga. "Sí que hay algunas colas desde primeras horas de la mañana", explicaban desde el centro. "Cuando hay jornada de puertas abiertas el museo lo nota bastante, hay mucho interés tanto de residentes como de visitantes", agregaron.

Las muestras temporales, principalmente, son las que llaman la atención de los residentes, que aprovechan estas actividades especiales para regresar a museos de los que ya conocen sus fondos permanentes. "Y la exposición sobre el realismo está teniendo bastante aceptación", aseguraron desde la pinacoteca. La visita gratuita en el Thyssen por el Día Internacional de los Museos se completará el domingo con un espectáculo de danza. Alumnos del Conservatorio Superior realizarán a las 12:00 una actuación de unos 40 minutos en el patio de columnas. La entrada será libre hasta completar el aforo.

En el Pompidou, en el CAC Málaga, en la Fundación Picasso Casa Natal, en el Museo Ruso, en el Museo Municipal del Patrimonio, en todos y cada uno de los espacios de la ciudad, multiplicados exponencialmente en la última década, se festejó ayer la efemérides internacional. Porque, con independencia del sobrenombre ya asumido de Málaga ciudad de museos, el museo no es una cuestión de cantidad, sino de calidad en la educación de nuestros ciudadanos.

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