Cultura

'La avería' de Blanca Portillo traslada su éxito a Málaga

  • El 30 de septiembre llega al Cervantes este sobrecogedor relato de Dürrenmatt

Tras la sequía estival, la escena teatral malagueña ya puede estar de enhorabuena con la llegada al Teatro Cervantes los días 30 de septiembre y 1 de octubre de La avería, la gran sorpresa de la temporada. Estrenada el 21 de enero en Santander, y de gira actualmente por toda España, irrumpe en Málaga esta obra basada en un relato corto de Friederich Dürrenmatt y adaptada por Fernando Sansegundo. Blanca Portillo dirige y produce este sobrecogedor cuento protagonizado por Emma Suárez, José Luis García Pérez, Asier Etxeandia, Fernando Soto, José Luis Torrijo y Daniel Grao, encargados de recrear un particular mundo de ancianos prodigiosos y juegos inquietantes.

Más de cuatro meses de ensayos y trabajo previo, clases de voz y de movimiento corporal, la música original de Pablo Salinas, la escenografía de Andrea D'Odorico, y el vestuario de la ganadora de tres premios Max Teatro, Elisa Sanz, consiguen trasladar a ese mundo cercano al universo de Tim Burton, pero también a un ambiente casi terrorífico y orwelliano...

Alfredo Traps (José Luis García-Pérez) es un representante de una firma de textiles que decide aceptar la hospitalidad de un anciano, cuya casa se encuentra en mitad de la nada. Esa noche celebrará una cena con un grupo de amigos de su misma edad -todos ellos juristas retirados- que le invitan a participar en un inquietante juego. El protagonista acepta sin saber que se verá envuelto en una trampa, la misma que atrapará al espectador. "Ahora que la sociedad les ha expulsado, deciden impartir justicia, que no ejercer la ley", sentenció la propia Portillo días antes de que la obra se instalase durante un mes en el Matadero de Madrid, el pasado 17 de marzo .

La diferencia entre ley y justicia, la falta de humanidad y la pérdida de valores ofrecen una reflexión sobre el comportamiento del ser humano para emprender, junto a protagonista, un viaje al interior de nuestra propia conciencia.

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