El reputado cocinero Martín Berasategui llevará la gestión de la carta de La Veranda en el hotel Villa Padierna de Marbella. Promete incluir sabores y aromas del sur y "vanguardia en la cocina".
-¿Qué pondrá Berasategui sobre el plato en el hotel Villapadierna?
-Voy a hacer una cocina original, imaginativa y fresca que va a fusionar mis tradicionales recetas del Martín Berasategui de Lasarte con los sabores y aromas del sur y siempre pensando, mañana más que hoy, en arte en la cocina y pasado mañana más que mañana: vanguardia en la cocina.
-Usted gestiona la carta, pero ¿va a haber un chef que va a estar físicamente en el restaurante?
-Víctor Taborda será el chef del restaurante La Veranda. Todo el equipo está formado en mi casa de Lasarte donde reciclo a gente que va a entrar en este restaurante.
-¿Va a estar presente el pescaíto, el gazpacho y otros platos de la zona en la nueva carta?
-Por supuesto que va a estar la tierra en la que piso, y la tierra en la que piso lleva el gazpacho, el ajoblanco y muchos grandes platos que tenéis aquí en la cocina andaluza que los lleváis en vuestras raíces.
-La Costa del Sol tiene varias escuelas de cocina y un chef de prestigio como Dani García. ¿Cree que su propuesta para el restaurante La Veranda va a ser bien acogida?
-Dani García es, en mi opinión, el mejor alumno que he tenido nunca. Es un gran amigo, un profesional como la copa de un pino y una bellísima persona. En cuanto a la acogida de La Veranda, sólo decir que me han recibido con los brazos abiertos. No se puede pedir más atención con un cocinero. Ahora me corresponde a mí responder a este nuevo espacio gastronómico.
-A la hora de enfrentarse a los fogones, ¿cuál es la diferencia entre el cocinero del norte y el del sur?
-Yo creo que todos los cocineros, del norte, del sur o de otras tierras lo que tenemos que tener claro son tres palabras: respeto, humildad y trabajo. A partir de ahí soñar poco y trabajar mucho.
-Martín Berasategui ya conocía la Costa del Sol, pero ¿cómo afronta este proyecto?
-Ricardo Arranz (el propietario) me decía siempre que si algún día hacía un hotel, tenía claro qué cocinero quería. Fue sencillo decidirse porque proyectos de este calibre y de esta ilusión son proyectos a los que no se les puede decir que no.
-Cuando se cambian los papeles y pasa de cocinero a comensal, ¿es muy exigente?
-Soy exigente conmigo, pero cuando me encuentro con los cocineros y las cocineras del mundo siempre he pensado que me dan lo mejor que saben hacer . Desde ese momento yo ya estoy satisfecho.
-Y en casa, ¿es muy cocinilla?
-Hombre, por supuesto… Siempre he dicho que estoy rodeado de una maravillosa familia y de muy buenos amigos y cuando estoy en casa no dejo que cocine nadie e intento que disfrute todo el mundo de la cocina de su amigo, de su marido o de su padre Martín.
-No puedo terminar esta entrevista sin preguntarle a cerca de la polémica suscitada a raíz de la publicación del libro de Santamaría.
-La gente tiene que ser libre para expresarse. Lo que está claro es que yo siempre he ayudado a todos los profesionales que han llamado a la puerta de mi casa. Pienso que para subir una montaña hay un montón de caminos, y en la cocina también. Esto es como cuando hablas de tu familia, si no vas a hablar bien mejor que no hables. La cocina española está a un nivel impresionante y todos los cocineros son unos grandes profesionales. Todo lo demás no me importa nada.
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