Cien años de arquitectura en Málaga han dado, para los autores del Inventario de la Arquitectura del siglo XX en España, para poco más de cien construcciones. Este proyecto, resultado del trabajo conjunto de las fundaciones Docomomo Ibérico, Mies van der Rohe y Caja de Arquitectos, está disponible a golpe de un clic en www.archxx-sudoe.es -bueno, a golpe de mucha paciencia porque la web comenzó a funcionar ayer, su base de datos aún está en desarrollo y falla continuamente-.

El trabajo en Andalucía no ha sido muy complicado para los responsables de este proyecto gracias a la labor previa del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH). Así, en Sevilla hay 293 bienes catalogados, en Córdoba, 214 y en Granada, 119; en cambio, Málaga sólo ha colado 105 entradas en este inventario de referencia. Parecen pocos, sobre todo porque la Costa del Sol fue un foco del Movimiento Moderno con los numerosos proyectos turísticos de los años 60, de los cuales aparecen registrados muy pocos: Pez Espada, Alay, Don Carlos y algunos más.

La algo escasa presencia malagueña en este Salón de la Fama arquitectónico quizá se solvente en el futuro, ya que los responsables del proyecto afirman que van a ampliar las 5.600 entradas del inventario. De este modo, algunas ausencias clamorosas, como la del seminal Instituto de Enseñanza Media de un entonces primerizo Miguel Fisac o la del coqueto edificio años 20 del arquitecto gallego Antonio Palacios frente a La Aduana, podrán tener el reconocimiento que merecen y les ha sido extrañamente negado.

Si no están todos los que son, sí que son todos los que están -esta aseveración es discutible, por supuesto; además, este inventario depara más de una sorpresa. Entre las más chocantes, por ignoradas, está la Casa Rudofsky (1971) en Frigiliana, obra de Bernard Rudofsky. Esta vivienda sólo aparecía comentada en Revista de Arquitectura (Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, 1977). Otra curiosidad fascinante es el Chalet Harnden (1959) en Alhaurín de la Torre, obra de Peter G. Harnden y Lanfranco Bombelli, construcción que carece de comentario en monografía alguna.

Por supuesto, no podían faltar en este catálogo la Antigua Casa Central de Correos y Telégrafos, el Banco de España y el Ayuntamiento de Málaga, la trinidad que fue moteada en el pasado como el ABC (de Ayuntamiento, Banco y Correos). También aparecen el Hotel Miramar, La Equitativa, el Garaje Catedral, el Málaga Palacio y el Mercado de Mayoristas (actual CAC), todos de la capital. De la Costa del Sol, la representación es injustamente menor. Aún así, el Palacio de Exposiciones y Congresos de Torremolinos (1967) de Rafael de la Hoz y los extraordinarios Apartamentos Skol (1963) de Manuel Jaén Albaitero, joya a reivindicar de la vieja y buena Marbella, lucen aún el brillo del más que interesante aterrizar del Movimiento Moderno en nuestra provincia.

A pesar de sus ausencias, este Inventario de la Arquitectura del siglo XX en España es una herramienta magnífica para conocer mejor el legado que han dejado en Málaga uno años que fueron de desarrollismo, pero también de una cierta belleza que está algo olvidada.