Cultura

Cuando el documental juega con las reglas de la ficción

  • Los argentinos Federico León y Marcos Martínez muestran su visión del personaje real Julio Arrieta, que produce actividades artísticas en un barrio marginal bonaerense

Recuerden cómo son siempre las imágenes de un barrio como La Palmilla: casi siempre muestran los rostros de la pobreza, de edificios mal mantenidos, de suciedad. De marginación. Y ahora plantéense si hay otra manera de mostrar esa realidad. Pues es lo que se preguntaron los argentinos Marcos Martínez y Federico León, pero referido al barrio Villa 21, en Buenos Aires.

Entorno a esa cuestión surge Estrellas. Fue en un lugar típicamente argentino, alrededor de un asado de carne, cuando los realizadores se plantearon realizar una reflexión de cómo se representa la pobreza, incluso de esa "moda de lo marginal" o la autogestión como método para salir adelante en los guetos. Para ello, se introducen por etapas y durante dos años en la vida de Julio Arrieta, erigido en líder de Villa 21 al conseguir convertirse en una especie de representante de actores de la barriada. "Ellos son los rostros de la pobreza: tienen las caras de pobre, casas de pobre, calles de pobre", afirma Martínez. Y gracias a eso, Arrieta les consigue trabajo en un cine argentino en el que lo marginal tiene cada vez más hueco.

Con Arrieta como hilo conductor, la película se embarca en buscar también los límites de la ficción y la realidad. "Muchos directores de ficción usan métodos documentales para su películas y también al contrario. Nuestro guión, por ejemplo, parte de un proceso creativo, de un diálogo dirigido con el protagonista y de un trabajo cercano a la ficción", añade Martínez, que ayer acudió al estreno en Málaga del documental.

De hecho, la película introduce aspectos ficcionados con la intención de dar a conocer mejor la vida de Arrieta. De su trabajo en el barrio marginal, de los cuentos y películas que crea alrededor de la villa, de su capacidad para sacar adelante proyectos, de su forma de intentar el desarrollo de unos personajes que, de otra, manera estarían olvidados. "Él mismo es casi un personaje de ficción y nosotros lo consideramos así hasta tratarlo prácticamente como a una estrella de cine", afirma uno de los directores de Estrellas. Pero siempre buscándole otra cara a lo marginal. Porque en Villa 21 hay lugar hasta para los marcianos.

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