Cultura

Aquí hay espadachines

  • Una visita a los ensayos de 'Donde hay agravios no hay celos', el clásico de Rojas Zorrilla que Pata Teatro estrena el 1 de julio en el Colegio Prácticas nº1

Cuando Francisco de Rojas Zorrilla (Toledo, 1607 - Madrid, 1648), discípulo ferviente y aventajado de Calderón, estrenó Donde no hay agravios no hay celos, logró un éxito verdaderamente descomunal en su tiempo: su comedia de capa y espada llenó teatros y corrales donde quiera que se representase y el público disfrutaba de lo lindo con sus delirantes enredos. Desde finales del siglo XVIII, ya se sabe, los señores de la Ilustración decidieron ponerse muy serios y desprogramar todo el teatro que no respetara el antiguo criterio aristotélico; a partir de entonces, aunque buena parte del repertorio del Siglo de Oro logró imponerse al escrúpulo y seguir representándose, otras muchas obras de enorme valía quedaron relegadas aun plano notablemente más discreto, suerte que corrió la comedia que aquí nos ocupa. Justamente, Donde hay agravios no hay celos es la obra que la compañía malagueña Pata Teatro ha escogido para la sexta edición de su ciclo de Clásicos en Verano, que se celebrará del 1 de julio al 5 de agosto, con 31 funciones, en el viejo patio del Colegio Prácticas nº1 (cuyas dependencias forman parte del antiguo noviciado de San Sebastián que construyeron los jesuitas en 1607, el mismo año del nacimiento de Rojas Zorrilla). Macarena Pérez Bravo, Carlos Cuadros, Andrés Suárez, Rocío Rubio y Josemi Rodríguez conforman el elenco, a las órdenes del propio Rodríguez como director (y responsable de la versión junto a Pérez Bravo), en un equipo que completa el técnico Jesús García Espinosa. Estos días, Pata Teatro trabaja en los ensayos de la obra y ayer recibió a Málaga Hoy.

En sus anteriores sedes, los patios de la Iglesia de San Julián y del Instituto Vicente Espinel, la compañía logró hacerse con un público fiel que permitió contar por llenos las funciones y que además demostró que, en contra del argumento habitual, sí era posible hacer en Málaga una temporada veraniega de teatro con carácter estable. "En las dos primeras ediciones las instituciones públicas a las que acudimos no lo venían nada claro. Nos decían que en Málaga nadie va al teatro en verano. Pero a nosotros nunca dejó de parecernos una buena idea, así que insistimos", apunta Rodríguez. El nuevo emplazamiento, en la mismísima Plaza de la Constitución, llega un tanto forzado por las circunstancias (el instituto de la calle Gaona, donde Pata Teatro ha celebrado con éxito las últimas ediciones del ciclo, seguirá este verano su rehabilitación) pero entraña una oportunidad favorable al proyecto: "Nos gustan los retos. Cambiar de escenario nos va a ayudar a no acomodarnos. Las dimensiones del patio del colegio, eso sí, nos obligan a reducir un poco el aforo [con unas 70 localidades], pero a cambio nos han permitido realizar más funciones, así que lo compensaremos", señala Pérez Bravo, quien apunta que la venta previa de entradas (a través de la web www.entradium.com) "está marchando a muy buen ritmo". "Cuando empezamos con este proyecto, de hecho, nuestra intención era celebrar cada edición en un emplazamiento distinto", añade Rodríguez, "aunque nos hemos sentido tan a gusto en el Vicente Espinel que en su día decidimos quedarnos allí. De todas formas, en el Colegio Prácticas nº1 han mostrado también muchísimo interés y están dispuestos a hacer de esto una cuestión propia".

En el local de ensayo, Carlos Cuadros y Andrés Suárez (el único intérprete de Donde hay agravios no hay celos que debuta este año con los clásicos de Pata Teatro) ensayan una escena de esgrima en la que Josemi Rodríguez entra como tercero en discordia. La coreografía es esmerada y compleja, pero los tres actores se resuelven como diestros espadachines. Suárez destaca la oportunidad que entraña formar parte del proyecto: "He visto algunas obras anteriores como espectador y siempre me ha parecido una manera fabulosa de hacer teatro en Málaga, de ganarse al público y de ganar espectadores a la causa. Ahora sé que también es una gran ocasión para crecer como actor". En cuanto a la elección de la pieza, Josemi Rodríguez cuenta que después de La Celestina de Fernando de Rojas y Mucho ruido y pocas nueces de Shakespeare "nos apetecía volver a hacer una comedia, porque es el género del que venimos. Y si es una comedia poco conocida, mejor". El volumen del reparto de la obra también se ha reducido respecto a las anteriores obras para aprovechar mejor el nuevo espacio, "aunque lo cierto es que en la comedia se trabaja mejor con menos actores, porque así se afianza mucho más la conexión entre nosotros". En abril de 2018, Pata Teatro estrenará en el Teatro Cánovas su nuevo (y prometedor) montaje dirigido al público infantil, Debajo del tejado; hasta entonces, vale la pena dejarse cautivar por estos romances, líos y duelos en tan evocador verso. Y al fresquito nocturno.

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