Cultura

Con letra 'pequeña'

  • Los niños abarrotan todas las actividades que les ofrece la Feria del Libro, desde la biblioteca infantil al teatro de guiñol

La temperatura es extremadamente agradable y, aunque hay algunas nubes, el sol invita a un paseo tranquilo. Es domingo por la mañana y se celebra la Feria del Libro en el Parque. Pocos lugares ofrecen mejores posibilidades para acudir con los más pequeños de la casa. Y para muchos, la primera parada es la caseta de Li-bri-tos, un referente en las librerías especializadas en literatura infantil y juvenil de la ciudad. Lázaro tiene cuatro años y lo que quiere es conseguir un libro de animales, y si puede ser, de la selva. Se sabe casi todos sus nombres y su favorito es el hipopótamo. Con La enciclopedia de los animales se le ilumina la cara. "Yo quiero comprarme uno", dice otro cliente de este puesto, que está viviendo un mejor inicio de feria que en los dos años anteriores. "Este año está viniendo más gente", aseguran desde la librería.

A pocos metros, un grupo de niños ya espera la actuación de guiñoles. Pero mientras llega la hora del teatro, otros se acercan a la biblioteca infantil, en la que Fanny Fuget realiza su programa de animación a la lectura. Canciones, cuentos, juegos con palabras, todo vale para inculcar en los más pequeños la emoción de las letras. "A los niños les encanta, se vuelven locos, cantan, bailan y, sobre todo, se ríen mucho", explica la bibliotecaria Lola Jurado. Cuando termina la actuación, todos los que se queden pueden leer obras dedicadas a todas las edades, desde bebés de un año hasta chicos de 12.

Llega la hora del teatro y un público absolutamente entregado se dispone a escuchar tres cuentos de Andersen. Es tiempo de volar.

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