Cultura

Te llamaré Ismael: los ojos de David Douglas Duncan

  • La muestra 'Picasso crea' presenta al genio a través de la mirada del fotógrafo

En 1957, David Douglas Duncan (Kansas City, 1916) era un afamado fotoperiodista que había cubierto para revistas como National Geographic y especialmente Life acontecimientos como el final de la ocupación británica de la India, el conflicto del petróleo en Arabia Saudí, la guerra civil en Grecia y las contiendas más sangrientas de Corea y Vietnam. Pero, en su afán, había algo que echaba profundamente de menos: fotografiar a Picasso. Robert Capa le había prometido presentárselo, pero murió antes de que pudiera cumplir su palabra. Así que este veterano de la Segunda Guerra Mundial, que todavía hoy sigue refiriéndose a sí mismo como "un marine", se plantó en la villa picassiana de La Californie con la intención decidida de saldar la deuda. El resultado fueron casi veinte años de trabajo ininterrumpido en aquélla y las otras mansiones en las que Picasso creó y habitó con su familia: dos décadas traducidas en más de 25.000 fotos. Incluso tras la muerte del demiurgo malagueño, Duncan continuó haciendo fotos a su familia, hasta bien entrado 1974. Ahora, la exposición Picasso crea. A través de la cámara de David Douglas Duncan, inaugurada ayer en el Museo Picasso Málaga (donde podrá verse hasta el próximo 25 de septiembre, como temporal paralela a Viñetas en el frente, que a su vez estará instalada hasta el 2 de octubre), presenta una selección de 115 de aquellas fotografías, en una propuesta completada con un total de 77 obras de Picasso que aparecen en las instantáneas y que ofrecen un revelador diálogo, a la manera del que mantuvieron el artista universal y su testigo silencioso.

El mismo David Douglas Duncan estuvo ayer presente en la presentación a los medios de la exposición junto a las comisarias, Stephanie Ansari y Tatyana Frank. Duncan no hizo muchas declaraciones: "Soy un hombre de fotos, no de palabras". De hecho, no dejó de hacer fotos con una pequeña cámara digital durante toda la presentación. Pero sí acertó a dejar algunas perlas: él, que ha visto a un mundo entero desangrarse, afirmó que Picasso fue "el mayor show que pude fotografiar jamás". Tal y como explicó Christine Ruiz-Picasso, el pintor malagueño dejó a Duncan hacer tantas fotografías durante tanto tiempo "porque podía olvidarse de él. Nunca habría concedido un privilegio semejante a otro fotógrafo menos delicado".

La comisaria Tatyana Frank explicó que Picasso decidió llamar a Duncan Ismael, voz hebrea (Ismael fue el hijo de Agar, la esclava de Abraham) que significa regalo de Dios. "Para un Picasso muy preocupado por la posteridad, la llegada de Douglas Duncan, dispuesto a fotografiarlo en el estudio y en su casa durante tanto tiempo, debió significar ciertamente un regalo celestial", señaló Frank al respecto. Las 115 instantáneas incluidas en la exposición presentan a Picasso en su estudio, en pleno proceso creativo, pero también en ambientes plenamente domésticos, disfrazado de clown y cow-boy para sus hijos y en compañía de su esposa Jacqueline, de Jaume Sabartés, de Jean Cocteau, de modelos y de otros muchos personajes. Entre las pinturas y esculturas incluidas, destacan La mona y su cría (1951) y Mujer con llave (1954-1957). Todo un festín desde otra mirada. Y afirma Duncan: "Nunca pude saber en qué pensaba mientras trabajaba".

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