Todos, todos tenemos derecho a que Virgilio nos tome de la mano y nos conduzca a través del Cielo, el Purgatorio y el Infierno hasta los más recónditos territorios del alma. Por eso es de agradecer esta edición de la Divina Comedia, pensada tanto para los pequeños lectores de más sanas inquietudes hasta quienes deciden enfrentarse a esta obra inmortal por primera vez y necesiten perderle el respeto. La traducción de Elena Martínez y las ilustraciones de Carla Olivé conforman un libro delicioso, verdadero tesoro que une a la virtud de la nueva versión del poema un recorrido plástico de gran belleza, que humaniza los contenidos hasta la ternura sin reducir un ápice su intensidad. Imagen y palabra se alían en este volumen para dar cuenta, como quiso el clásico, de lo excelso y lo cotidiano, de Dios y de los hombres, de las bajas pasiones y las más elevadas vocaciones. Una crónica del mundo, en suma, al alcance de cualquiera que desee incorporar a su patrimonio esta belleza.