Cultura

Las mujeres maternales de Baltasar Lobo lucen ya 'Al sol de Ronda'

  • Hasta el 26 de septiembre rincones de la ciudad como la Plaza de España exhiben 16 grandes esculturas en bronce

Las famosas mujeres de Baltasar Lobo están desde ayer a la vista de todos los rondeños y turistas gracias a la exposición Al sol de Ronda, la primera al aire libre que se celebra en esta ciudad. La muestra está organizada por la Fundación Unicaja y llega tras visitar varias capitales andaluzas: Córdoba, Huelva, Cádiz y Málaga, donde arribó a la calle Larios el pasado mes de enero.

La de Ronda es la primera ciudad de mediano tamaño que tiene la oportunidad de albergar las esculturas de Lobo. La exposición recoge 16 piezas del prestigioso escultor zamorano, y permanecerá en la ciudad de Ronda hasta el próximo 26 de septiembre. Los lugares elegidos para situar las piezas han sido la céntrica Plaza de España y otros puntos junto al Puente Nuevo.

El director de la Obra Social de Unicaja, Felipe Faraguna, explicó en el acto de presentación que el proyecto surgió para celebrar de forma "especial" el 125 aniversario de la creación de Unicaja y los cien años de la de la Caja de Ahorros de Ronda. A la inauguración asistieron, además de Faraguna, el primer teniente de alcalde de Ronda, Francisco Cañestro, la delegada de Cultura, Josefa Becerra, y la comisaria de la exposición, María Porto.

Las esculturas de la exposición son de gran formato, superando alguna incluso los dos metros de altura, y están hechas en bronce. Todas ellas muestran motivos femeninos, a través de formas y volúmenes redondeados, y el tema más recreado es el de la mujer como fuente de vida, la maternidad. La mayoría de ellas trasmiten quietud y estatismo, aunque también existen otras de un gran movimiento, como Los futbolistas, esculpida en 1987, o Madre y niño, datada del mismo año.

Dos de las esculturas más significativas de las que se encuentran expuestas son dos versiones de una misma figura, bautizadas como Al sol, y que dan nombre a la muestra. La versión original presenta un tamaño menor que la segunda, debido a que Lobo quedó tan satisfecho del resultado que decidió reproducirla a un mayor tamaño. El motivo de esta escultura es una mujer recibiendo los rayos del sol con los brazos cruzados por detrás de la cabeza. Una de las particularidades de estas piezas es que según la hora del día en que se contemplen, ofrecen volúmenes y tonalidades diferentes. "Al anochecer será bellísimo", aseguró la delegada de Cultura. Las figuras que componen esta muestra vienen de lugares tan dispares como Francia, Estados Unidos y Venezuela, ya que en España no se conservan muchas piezas de este autor.

Baltasar Lobo nació en 1910, en Cerecinos de Campos, Zamora, y falleció en 1993, en París. En 1939, tras la Guerra Civil, se ve obligado a exiliarse en la capital francesa, donde entra en contacto con Pablo Picasso. Este encuentro marcaría un hito en su carrera artística, ya que el pintor malagueño se convirtió en su mentor y le ayudó para establecer su taller. Además, de él tomó diversas señas de identidad, como cierto gusto por el cubismo. Sin embargo, siempre supo conservar su personalidad y mantuvo en sus esculturas rasgos realistas que hacen reconocibles los motivos de sus piezas.

El escultor atravesó tres grandes periodos a lo largo de su vida, caracterizados cada uno por diferentes tendencias y en los que se deja ver una constante evolución hacia una simplificación en sus figuras. En el primero de ellos el artista se preocupó por reflejar unas formas más figurativas, en el segundo empezó a distorsionar sus figuras sólo en formas y volúmenes, y en el tercero de ellos, por la influencia de Picasso, practicó un cubismo en el que utilizaba también los espacios negativos de sus esculturas, los huecos, para trasmitir los volúmenes.

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