Arquitectura

El oeste es la nueva frontera

  • Las avanzadas obras de la ampliación del Campus de Teatinos de la Universidad de Málaga, con los dos grandes complejos de Machuca y Moreno Peralta, marcan los primeros hitos de la zona

"Go west", decían en Estados Unidos a los colonizadores que se lanzaban a las praderas para construir una nación entre búfalos e indios. Hacia el oeste se dirige también Málaga, por la que parece la salida natural de las ansias de crecimiento de una ciudad que se quiere mayor, metropolitana y moderna. Si en los años 90 fue el Parque Tecnológico de Andalucía (el popular PTA) quien marcó el límite -algo así como nuestra California, allí donde acaba el territorio por conquistar-, ahora se trata de rellanar el espacio que quedó en medio.

A través de las ventanillas de un automóvil por la A-357, desde el refrigerado y cómodo interior, se puede observar cómo se estira la ciudad por lo que todavía es un páramo árido. El urbanismo de carretera es lo que tiene. Pasada la primera fase del Campus de Teatinos de la Universidad de Málaga (UMA) comienza la segunda, lógicamente. El complejo de Telecomunicaciones y las zonas deportivas dan paso dos grandes sumas de edificios: el Complejo Económico y Social y el de Ingenierías -frente a ellos aún está el vacío-.

La UMA tiene una gran responsabilidad en este ensanche malagueño y este primer paso hacia la consolidación definitiva del Campus de Teatinos, lo que supondrá el final de su bicefalia -compartida con El Ejido-, le va a costar algo más de 60 millones de euros. Pero la inversión va en consonancia con las dimensiones de su apuesta. El Complejo de Politécnica e Industriales tiene 450 metros de largo y es obra del arquitecto Salvador Moreno Peralta. Tendrá capacidad para más de 5.000 alumnos. La estructura llama la atención desde la autovía, con vigas de gran formato. Lleva anexo un módulo independiente para los laboratorios de instrumental pesado, como grúas y probetas de hormigón, y el sótano, destinado a aparcamientos, albergará unas 1.500 plazas. En la siguiente manzana se alza el Complejo Económico y Social que firma Luis Machuca, un conjunto de tres edificios componen el proyecto y cada uno de ellos albergará usos bien diferenciados. Ambas propuestas son claramente hijas de sus padres, con elementos que recuerdan tanto al Centro Comercial Larios de Peralta -visibilidad de elementos y marcado cromatismo-, como a la sede de la Diputación de Machuca -sobriedad de unas cajas de volumetría casi gigantesca-.

En el planeamiento del nuevo campus, la UMA ha pretendido primar la sostenibilidad, tanto en los transportes (con una amplia avenida peatonal, carriles bici y espacios reservados para la llegada del metro), como en la construcción: uso de recursos que permitan reducir los consumos energéticos en la climatización.

Estas dos piezas son ahora las más visibles -luego vendrá el nuevo complejo sanitario, sobre una parcela triangular en el extremo sur de los terrenos, que está llamado a ser uno de los iconos visuales de esta parte de la ciudad, según diseño de Juan Gavilanes- y las que deben marcar la pauta en nuestro nuevo y aún lejano Oeste, una zona marcada también por las futuras viviendas de Soliva -bloques y más bloques, algunos de polémico parecido; Morphosis y su copia y pega- y el Centro de Transportes, con el curioso buen gusto del edificio de Volvo. Veremos.

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