Exposición

La renovación del Ruso trae a la 'Dinastía de Románov' y la faceta más espiritual de Kandinsky

  • La colección se renueva en su totalidad con una muestra que repasa los tres siglos de historia bajo el dominio de los Románov y otra temporal del creador de la abstracción

Una de la nuevas obras de la renovada colección del Museo Ruso.

Una de la nuevas obras de la renovada colección del Museo Ruso. / Javier Albiñana

La sede en Málaga del Museo Estatal de Arte Ruso de San Petersburgo ofrece un viaje desde el lujo de la dinastía Románov, a la que dedica su nueva exposición anual, a la abstracción de Vassily Kandinsky, protagonista de la muestra temporal que abre hoy sus puertas.

Justo un 21 de febrero como hoy, hace 404 años, comenzó a gobernar en Rusia la dinastía Románov, que se mantuvo durante cuatro siglos en el poder, hasta la Revolución de 1917 y el asesinato del zar Nicolás II y su familia, ha recordado el director general del Museo de San Petersburgo, Vladimir Gusev.

Son 248 piezas las que resumen esta extensa etapa histórica, con una nómina de una veintena de zares y emperadores que están representados en obras del Museo Ruso, al igual que familias y personajes que influyeron en los acontecimientos históricos, y el relato concluye con los hechos revolucionarios que acabaron con la dinastía, ha apuntado Gusev.

Ese momento en el que "termina el tiempo del arte académico" enlaza con la exposición de Kandinsky, autor del que se muestra un periodo poco conocido en Europa, el de la evolución que experimentaría hasta desembocar en su abstracción más célebre, según el director de San Petersburgo.

Para la directora artística de esta institución, Evgenia Petrova, ambas exposiciones son "muy distintas, pero se complementan y están dirigidas a un diferente tipo de público".

"Para la gente a la que le gusta el arte realista y le interesa la historia rusa, La Dinastía Románov es una gran oportunidad para conocer este arte", ha afirmado Petrova.

Ha añadido que la historia de su país "es muy complicada, muy dinámica y con distintas páginas que ni los rusos pueden entender bien, y el dramatismo de esa historia puede ser interesante para el público extranjero".

Por su parte, Kandinsky y Rusia supone un "contraste" a la otra exposición y permite, frente a las numerosas muestras que en todo el mundo suelen centrarse en el periodo principal de este artista, el de la abstracción, observar sus anteriores etapas.

"Las raíces de Kandinsky están en Rusia, porque nació en Moscú y conoció el arte popular ruso, por el que sintió pasión durante toda su vida" e intentó copiar en las primeros periodos de su carrera, ha agregado Petrova.

En este caso se exponen 78 piezas, 29 de ellas del propio Kandinsky y el resto de autores de iconos, grabados conocidos como "lubok" o elementos etnográficos como cestas, trineos, juguetes, ruecas o piezas textiles.

"Al ver sus obras iniciales, será más claro el desarrollo del arte de Kandinsky", según la directora artística, que ha recordado que a veces "se olvida" que este artista era ruso "y muchos le consideran un pintor alemán".

La exposición anual dedicada a la dinastía Románov permanecerá instalada en el Museo de Arte Ruso de Málaga hasta enero de 2018, mientras que la temporal de Kandinsky estará abierta hasta el próximo julio

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