Cuando hace cuatro meses Paulino Giménez comenzó a restaurar el cuadro Levantamiento popular no podía intuir que bajo la firma inicial de Joaquín Sorolla se escondía un Goya. Al menos a esas conclusiones a llegado este restaurador malagueño tras someter la pieza a análisis técnicos, estudios comparativos y radiografías. "Por su época, su pigmentación y escenas que representa", Giménez asegura que la firma definitiva es de Goya. Su precio de salida a subasta, estima, sería de unos cuatro millones de euros.

"Aunque en su primera etapa Sorolla pintó escenas históricas, ni la pincelada ni el colorido se ajustan a su obra", expresó el también pintor, que envió una serie de muestras a un laboratorio especializado de Madrid para que determinara "la época y se aproximara a la paleta del maestro que lo pintó". Giménez data la pieza a finales del siglo XVIII o principios del XIX, además de haber realizado análisis comparativos sobre el tratamiento de las escenas, las figuras o las manos.

"A una de las figuras le faltan dos dedos, se podría pensar que es un boceto preparatorio a un cuadro de más categoría", explicó el restaurador. La restauración se realizó por encargo de los propietarios del cuadro, la familia Pizkov, de origen ruso y residente en Marbella. Para confirmar la autoría de Goya, Giménez ha intentado sin éxito "hablar con una persona del Museo del Prado que sería la más autorizada para autentificarlo". El cuadro no está catalogado ni su restaurador dispone por ahora de ninguna certificación que corrobore la autoría que él atribuye. "En España hay un fuerte proceso de protección de las obras de arte", argumentó.

Sobre el hecho de que inicialmente tuviera la firma de Sorolla, que él eliminó en el proceso de restauración, Giménez lo atribuye al hecho de que se trata "de un cuadro atractivo y la firma de Sorolla es muy vendible, y posiblemente se le puso para darle salida con mayor facilidad".