Cultura

Un tal Cristo

  • La compañía Nuevo Teatro Musical presenta este jueves 28 y el viernes 29 su producción de 'Jesucristo Superstar', gestada en Málaga, con más de cuarenta artistas en escena

Cierta leyenda afirma que cuando Pablo VI vio Jesucristo Superstar, la película de Norman Jewison, en un pase privado en el Vaticano en 1973, al terminar la proyección suspiró y dijo: "Ojalá la Iglesia contara con un mecanismo de promoción semejante". El musical de Andrew Lloyd Weber y Tim Rice (ninguno de los dos, por cierto, había cumplido los 30 aquel año) ha conquistado a legiones de seguidores a lo largo de estas cuatro décadas y, en lo que a producciones escénicas se refiere, ha evolucionado adaptándose a cada época, significando siempre, en los más diversos formatos pero sin perder su sustancia. En Málaga, la compañía Nuevo Teatro Musical, que bajo la inspiración del director musical Nacho Doña saca buen partido del talento generado en la Escuela Superior de Arte Dramático, estrenó ya su montaje en el mismo centro y volverá a subirlo a las tablas, esta vez en el Teatro Cervantes, el próximo jueves 28 y el viernes 29. Con unos veinticinco intérpretes y una orquesta de veinte músicos en escena, bajo la dirección de Leonor Pelayo y con una factura netamente malagueña, la propuesta devuelve a Jesucristo Superstar la monumentalidad de sus inicios pero al mismo tiempo traslada la acción a un ambiente industrial y postapocalíptico para ampliar su resonancia en el siglo XXI. De entrada, el proyecto cuenta con el beneplácito del público: a falta de algunas entradas aún disponibles en el Paraíso, las dos funciones programadas en el Cervantes tienen ya el lleno asegurado.

Apunta Nacho Doña que en estos más de cuarenta años "se han dado varias posibilidades orquestales para el musical, con formaciones de once e incluso de sólo cinco músicos. Pero nosotros apostamos por la orquestación original con una agrupación de veinte músicos, todos malagueños y excelentes". En lo relativo a la partitura, el director musical admite que "siempre hay que hacer algún tipo de adaptación respecto a la original, pero lo importante es que cada modificación tenga sentido. En nuestro caso, por ejemplo, hemos incluido un arpa en la canción del Sueño de Pilatos, que en su primera versión se interpretaba con una guitarra acústica". En cuanto a las letras de Tim Rice, que tuvieron una primera traducción al castellano de la mano de Jaime Azpilicueta ya en los mismos años 70, "hemos metido más mano para actualizar algunos aspectos y reforzar algunas intenciones".

Hemos recuperado la orquestación original con veinte músicos, todos malagueños"Optamos por un final abierto para que cada espectador llegue a sus propias conclusiones"

Por su parte, Leonor Pelayo afirma que este Jesucristo Superstar responde a un proyecto "soñado por mi parte desde ya antes de entrar a la ESAD" y resuelto como un engranaje complejo dada la cantidad de material humano implicado: "Los ensayos resultaron especialmente difíciles a la hora de que todo lo subíamos a escena estuviera en su sitio. Por eso el trabajo con el coreógrafo, Daniel Garod, fue tan meticuloso como exigente. Yo tenía claro que quería evitar cualquier tipo de utilería a favor de los espacios vacíos y la presencia de los intérpretes, pero precisamente esta ausencia de recursos lo complicó todo bastante. Nuestro nivel de exigencia ha sido el mismo tanto en lo relativo al canto como a la interpretación dramática". En su estética tardoindustrial y distópica, el Jesucristo Superstar de Nuevo Teatro Musical tiene poco del aroma hippie del original, pero Pelayo advierte: "Hemos dejado un final abierto para que cada cual extraiga sus propias conclusiones. Eso sí, con una gran sorpresa". Un tal Cristo, Rey de los Judíos.

el cielo en sus mentes. Con su ambientación industrial y postapocalíptica y el protagonismo absoluto del material humano, el 'Jesucristo Superstar' de Nuevo Teatro Musical va dirigido al público del siglo XXI.

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