"¿En qué trabajas?", "pongo la voz a personajes de ficción". Es una respuesta que pocas veces esperaríamos. Y aunque, en ocasiones reparamos poco en esta profesión, el doblaje es una de los caminos que pueden transitar los estudiantes de cualquier escuela de Arte Dramático. Así, por casualidad, hace unos 30 años Luisa Ezquerra, una zaragozana que acababa de finalizar sus estudios en artes escénicas, comenzó en este mundillo de las voces. Pero no era su intención. Tal y como relata esta actriz de doblaje ella comenzó "para ganar algo de dinero" y al final se ha convertido en su "trayectoria profesional".

Fue Lola Herrera, tras interpretar Cinco horas con Mario en su ciudad (Zaragoza), la que le animó a entrar en esta profesión. Tras asegurarle que tenía una "buena voz" le puso en contacto con Hipólito de Diego, un reconocido director de doblaje. Hizo unas pruebas y aquí está, 30 años después, poniendo la voz a Lois, el personaje de la serie estadounidense Padre de Familia.

Según explica Ezquerra sus estudios en Arte Dramático no fueron suficientes. Aunque muchos de los temas los dominaba, la sincronía, es decir, simultanear la voz con el movimiento de la boca de los personajes, le fallaba. No dudó entonces en apuntarse a un curso que le permitiera aprender todo lo relacionado con esta parte del doblaje.

A lo largo de su carrera esta actriz de doblaje ha puesto la voz a numerosos personajes. Entre ellos, a Ana Botella, Esperanza Aguirre o Rocío Jurado en los Guiñoles de Canal Plus. Pero su labor en este mundo no termina aquí. Desde hace algún tiempo Ezquerra tiene una escuela en Madrid donde enseña a sus alumnos técnicas de doblaje o de locución publicitaria y periodística.

Ezquerra habla con entusiasmo de su profesión. "El actor de doblaje tiene una agilidad tremenda", apunta. Al explicar su rutina de trabajo se deduce la complejidad que este entraña, pues estos actores no tienen un guión previo al que ceñirse en un principio. "Cuando vas a doblar una película no sabes si es un drama, una comedia o una de animación", explica.

Por esta razón, la figura del director "es imprescindible", afirma Ezquerra. En primer lugar la labor de éste es marcar las pautas de interpretación del personaje. Esto es, cuando llega el actor le pone en antecedentes sobre el personaje. Debe explicarle a qué tiene que ceñirse, pues el actor de doblaje no conoce la historia que cuenta la película. Por otro lado, es el responsable de que la sincronía sea la adecuada.

Una vez acabado el doblaje, el director es el encargado de sincronizar la voz con los movimientos faciales del muñeco (es así como llaman a los personajes). En la actualidad, y gracias a las nuevas tecnologías, este trabajo es mucho más fácil. Ezquerra explica que hay programas con los que se "adaptan las voces a los fotogramas adecuados".

Otra de las curiosidades de esta profesión es que no siempre coincides con los actores que doblan a los demás personajes. Así, Ezquerra puede ir a ponerle la voz aLois en una escena donde su personaje tiene un diálogo con Peter Griffin y que su compañero ya lo haya hecho o que ponga la voz después.

Fátima es una periodista que trabaja como locutora publicitaria, aunque a veces hace "algo de doblaje". Sin embargo, admite que "todavía le queda mucho por aprender y que aún está formándose. Por ello, lleva algunos meses participando en los cursos que imparte Luisa Ezquerra. Con ella mejora aquellas parcelas en las que tiene fallos a la hora de comunicar. Tal y como cuenta su principal problema es "ser andaluza". "No pronuncio bien las eses, normalmente los andaluces forzamos mucho este sonido", explica. Con Ezquerra está trabajando este problema en varios cursos.

Del 3 al 7 de octubre la actriz de doblaje Luisa Ezquerra impartirá un curso de doblaje en Málaga. Los interesados pueden encontrar más información en la web www.eldoblaje.com.