Análisis

José j. Arenas

Físico de Sistemas Complejos Asesor del Centro de Ciencia Principia

El calvario de la ciencia

Atado a un poste, esperando las brasas de lo inevitable. El monje se inclinó y mostró un crucifijo, pero él volvió la cabeza. Aún vivo, las partes blandas, formadas principalmente por agua y materia orgánica, comienzan a desaparecer. Se adivina la atroz silueta del esqueleto. La muchedumbre enardecida, ignorante, contempla el eco de la justicia. Poco antes, el hereje, ante unos jueces que le transfirieron al tribunal secular de Roma, exclamó:

"Tal vez tengan ustedes más miedo de pronunciar esta condena que yo de recibirla".

Ha llovido mucha ciencia desde que el 19 de Febrero del año 1600, Giordano Bruno, fuera conducido a la hoguera por defender que la Tierra gira y no es el centro del Universo y este, además, podría albergar otros mundos con seres que quizá rindieran culto a su propio Dios. Más de cuatro siglos después, el pasado 10 de Abril, se ha ¿celebrado? El Día Internacional de la Homeopatía, con nuevas multitudes asociándose y reivindicando el recién acuñado eufemismo de dogmas pseudocientíficos: la posverdad. Este método curativo se fundamenta en que algunas enfermedades pueden desaparecer si se aplican pequeñas dosis de las mismas sustancias que provocan dicha enfermedad. En ocasiones, el principio activo se diluye tanto, que con sencillos cálculos de química de bachillerato se puede comprobar que al final no queda ni una sola molécula de dicha sustancia inicial. Por otra parte, esta medicina alternativa o complementaria, concebida hace más de doscientos años por Samuel Hahnemann, no tiene evidencia científica pero sí recientes informes del Consejo Asesor Científico de las Academias Europeas (EASAC) que alertan de que no sólo no hay pruebas sólidas de su eficacia para ninguna enfermedad (más allá de actuar como placebo en ocasiones), sino que puede ser nociva si los pacientes son disuadidos de solicitar un tratamiento adecuado. Son diversas las Universidades (Barcelona, Valencia, Málaga…) que han cancelado sonrojantes másteres y cursos en homeopatía y otras terapias alternativas. Naturalmente, el Día Internacional de la Homeopatía no está incluido en la red de días internacionales de la Unesco. Desgraciadamente, vivimos tiempos en que proliferan doctrinas terapéuticas que se enmarcan fuera de la ciencia pero dentro de una sociedad permeable a promesas sin fundamento que pueden provocar fraudes y desesperanza posterior, como algunas corrientes anti-vacunación que llegan a desencadenar el fallecimiento de niños por enfermedades prácticamente erradicadas. Las últimas evidencias de la sin razón han sido la dramática muerte de una española de 55 años que estaba siendo tratada con apiterapia (terapia en que se usan picaduras de abeja vivas como alternativa a la acupuntura tradicional), o la teoría de la conspiración que sostiene que la Tierra es plana y no da vueltas, seguida en las redes sociales por cientos de miles de personas en todo el mundo. ¿Quemarán en un futuro a quienes lo cuestionen?

Bruno pasó siete años en mazmorras húmedas, desde las cuales se solían escuchar alaridos de otros torturados y en las que el hedor a cloaca impregnaba la oscuridad de las celdas. Su calvario, y el de otros mártires de la ciencia, no deben diluirse, como los principios activos en las diluciones homeopáticas, en el mejor disolvente universal: el tiempo. El ser humano no ha pisado la Luna, no ha aumentado su esperanza de vida, gracias a atribuciones mágicas a cristales o a embaucadores, ni rindiendo pleitesía al efecto placebo.

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