Análisis

José Julio Blanes Ruiz

Los puntos

Si ven a un conocido de mediana edad paseando por la calle con la cabeza baja y mascullando, no le tengan en cuenta que no le salude. Debido a la fecha es probable que esté calculando los puntos.

Para tener Este problema de los puntos, lo primero que tiene que poseer el damnificado es un niño o una niña en edad de matricularlo en un colegio. El propietario, es una forma de hablar, de la pequeña bestia, tras tres años de experiencia con el susodicho/a ya cree saberlo todo. Ese es su primer error.

Tras la inevitableReunión familiar para decidir dónde se va a transformar ese animalillo en un ser humano angustiado como Dios manda, lo siguiente es acercarse al colegio deseado para apuntarlo. Los padres novatos van hasta sin boli. Ese es su segundo error.

Una vez en el colegio Es cuando el peso del papeleo cae por primera vez sobre los padres. Aquí es la primera toma de contacto con lo que alguien de la institución elegida le dirá que es el baremo para ver si su hijo entra allí. Algunos lo ven fácil. Ese es su tercer error.

Asumidos los errores Los padres reúnen todos los papeles solicitados para que, por primera vez, alguien extraño al entorno familiar, decida si la cría o el crío es digno de entrar en el colegio deseado. Aquí es cuando el cerebro de los padres se transforma en una calculadora permanente. “Cercanía, seis puntos” “renta, dos puntos” “United Kingdom three points”… Sí, a veces el cerebro patina y te crees estar en Eurovisión. El caso es que todos los padres están deseando que llegue la mitad del mes de abril para ver los puntos y tenerlo claro. Ese es el error definitivo.

Cuando llegan los puntos Resulta que todavía no hay nada claro. Para empezar descubres que tú que tocas con la mano desde tu habitación el colegio tienes, yo qué sé, catorce puntos, pero ves niños con sesenta y cuatro. Y empieza el baile loco en la cabeza ¿Cómo tienen tantos puntos? ¿Cómo podemos conseguir más? ¿Nos dará tiempo a divorciarnos para sacar seis puntos más? ¿El valor de los puntos es como los goles en Champions? La incertidumbre se vuelve la compañera de la familia, menos del niño que, como debe ser, pasa de todo mucho.

Los puntos han llegado, eso lo saben todos los padres ya, pero la puntuación no es definitiva y, si tu puntuación no es galáctica, las semanas hasta las listas definitivas se transforman en dudas. Así que si ve a un amigo mascullando por lo bajo que ni lo reconoce, no se lo tenga en cuenta, es probable que esté calculando los puntos y pensando en la terrorífica posibilidad de que manden a su retoño a estudiar a Córdoba lo menos. Suerte para todos.

@jjblanesmalaga

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