'AD'

El auténtico valor de 'Andalucía Directo' es que los espectadores siguen deseando verlo

Andalucía Directo ha cumplido veinte años. Modesto Barragán, su actual director y conductor a quien admiro desde hace más de esta veintena, me invitó esta semana a que volviera a AD. Cuando los profesionales de la pequeña pantalla creamos un programa lo común suele ser que lo montes, le des vida y después de haber acabado tu obra hagas otras habiéndote desprendido de cualquier sentimiento de pertenencia sobre la criatura. Andalucía Directo es uno de los proyectos más bonitos que tenemos en Canal Sur Televisión. Hace veinte años era una auténtica obra titánica crear un programa cuyas cámaras se desplazaran a cualquier rincón de nuestra gran comunidad. Los directivos del momento decidieron que el formato de Madrid Directo se hiciera aquí. No era lo mismo cubrir, técnicamente, las noticias que surgen cada día en una superficie de 604,3 kilómetros que hacerlo sobre un territorio de 87.268. En principio se veía como algo imposible. Pero a quienes nos dedicamos a comunicar y producir nada nos frena. Sólo hacían falta ganas, talento, mucho trabajo y la confianza de nuestros jefes. Y la tuvimos. Recuerdo que al salir del despacho del director de Canal Sur TV, Kike Álvarez y yo nos miramos a los ojos pensando en silencio: lo haremos. Pedimos algo tan sencillo como un lugar para poder trabajar. No existía redacción libre, así que en la cuarta planta, donde se hacían los programas semanales, encontré una mesa vacía pegada contra una pared. No había ni silla ni teléfono. Rememoro con arrebatadora emoción cómo pudimos hacer que AD se convirtiera en el buque insignia de La Casa desde una mesa vacía. En pocos días Kike y quien suscribe habíamos convocado a decenas de jóvenes periodistas que durante unos meses estuvimos formando para que el relato de las noticias fuera contado de una manera subjetiva. Es decir, los cámaras y reporteros están en permanente movimiento durante el directo. Era una novedad a la hora de hacer la televisión . Todos eran valientes, creativos, muy profesionales y cada uno quería hacer un directo más original. Muchos se convirtieron en estrellas. AD es una plataforma profesional. Casi todos quieren formar parte de ésta familia. No hay noticia que, por trágica, como los asesinatos del matrimonio Jiménez Becerril, o festivza, como una Feria, pase desapercibida para AD. Pero el auténtico valor de este programa es que los espectadores siguen deseando verlo, dándole así más vida. AD es más que un programa; es nuestra vida, la de todos los andaluces. Enhorabuena.

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