EL ZOCO

Juan López Cohard

Actos reflejos

HAY gestos, expresiones y enunciados que brotan de las personas de forma involuntaria. Hay algunos físicos y repetitivos, tics nerviosos, tales como guiñar el ojo o humedecerse constantemente los labios con la lengua. Otros son verbales y responden a terminar las frases con una determinada coletilla, por ejemplo la interrogativa "¿verdad?" o la celebre gileña "y tal y tal". Pero hay algunos actos reflejos que salen del más recóndito armario de la memoria, debidos seguramente a la educación recibida en la niñez, y que no tienen nada que ver con lo que racionalmente pensamos. Uno de estos le ha surgido, en una entrevista reciente, a la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega. A la pregunta del entrevistador sobre si era lesbiana, responde algo parecido a: ¡Por fin me lo preguntan! No, no soy lesbiana, es un bulo que se ha lanzado para hacerme daño. Pero Maritere, ¿daño por qué? En nuestra sociedad, afortunadamente, la opción sexual de cada ciudadano es tan respetable como su opción religiosa, política, social o cultural. Como ya está entradita en años (y lo aparenta), seguramente le salió la educación recibida en la época franquista donde una sociedad machista y fascista contemplaba la homosexualidad como delito; decir de alguien que era "maricón", caso de ser hombre, o "tortillera", caso de ser mujer, era similar a decir que era un degenerado/a o un/a delincuente. Estaba muy mal visto y, por tanto, difundir un bulo de esa índole era para hacer daño. El tic educacional, contrario totalmente a sus propias convicciones le ha traicionado, no cabe la menor duda, ya que en ningún caso dicho bulo le ha perjudicado, ni en nuestra sociedad actual repito, afortunadamente, es insultante ni lesivo ser lesbiana.

Hay otro acto reflejo que podemos denominar como tic político. Es un tic muy generalizado en los nacionalistas, especialmente vascos y catalanes, que responde impensadamente al estímulo de "barrer para casa" en todo momento, enjuiciando cada situación según como les vaya a sus intereses. Sirva como ejemplo la distinta forma de ver el mercado y las empresas desde la Generalitat de Cataluña. Cuando Gas Natural, dominada por La Caixa, estos es por el Gobierno catalán, pretendió mediante su opa hostil chuparse a Endesa, o sea dominar la política energética de media España, la defendieron y alegaron que, al fin y al cabo, la fusión daba una dimensión importante a nuestras empresas energéticas y todo se quedaba en casa. Eso sí, con la sede fiscal en Cataluña.

En el caso contrario, si es una compañía como Iberia, con sede en Madrid, quien pretende comprar Spanair, sacan instintivamente su tic nacionalista, Generalitat, Cámara de Comercio de Barcelona y todos los empresarios catalanes, oponiéndose a ello alegando falta de competencia, además del supuesto perjuicio que se le puede ocasionar al aeropuerto barcelonés. Ahí duele. En este caso ya no es bueno que la compañía adquiera dimensión y se quede en España.

La verdad es que deberían desaparecer de nuestra vieja piel de toro determinados tics y también sería bueno que se adquiriesen algunos, como los nacionalistas, en otras comunidades, especialmente en Andalucía.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios