CONFIRMADA con los datos correspondientes al mes de junio, la tendencia a la reducción del desempleo en el marco general de un notable crecimiento de la economía española, y anunciada por el ministro de Hacienda la disposición de aumentar en 10.000 millones la financiación de las comunidades autónomas para el año 2016 -prácticamente todas han prometido incrementar el gasto social-, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, completó ayer el caudal de buenas noticias con el adelanto de la rebaja fiscal que ya había prometido. En el impuesto más sustancioso para las arcas del Estado: el IRPF. La disminución del Impuesto sobre el Rendimiento de las Personas Físicas, hasta llevarlo a niveles inferiores a los vigentes a finales de 2011, cuando el PP ganó las elecciones generales, estaba prevista para 2016, una vez celebradas las elecciones pendientes. Rajoy ha decidido adelantar seis meses la aplicación de la rebaja, de modo que entra inmediatamente en vigor, afectando ya a las retenciones en las nóminas de julio y, posteriormente, en las declaraciones de la renta del ejercicio en curso. Y ha querido hacer el anuncio personalmente, ofreciendo a la opinión pública el cálculo concreto de la inyección que la medida supondrá para los bolsillos de los contribuyentes: 1.500 millones de euros. La bajada del IRPF se acompaña, además, de la disminución de la retención fiscal aplicada a profesionales y autónomos, que queda establecida en el 15% de los ingresos. En un acto organizado en Madrid por un diario económico Mariano Rajoy declaró oficiosamente abierta la campaña electoral en la que se juega su reelección y ha subrayado el contenido sustancial de la oferta que el Partido Popular presentará ante los ciudadanos: previsión del 3,3% de aumento en el crecimiento económico, caída del paro como consecuencia más relevante de la reactivación y bajada del IRPF hasta conseguir que la presión fiscal sea inferior a la que se encontró Rajoy cuando accedió al poder, a finales de 2011. No constituye ninguna novedad la certificación de que el discurso de Rajoy se va a centrar en los próximos meses en estos parámetros indicadores de la mejora general de la economía española y en la práctica de la reducción de impuestos. Ha llegado a la conclusión, hace tiempo, de que éstas son las cuestiones que más influyen en los españoles a la hora de decidir su voto y piensa que el balance de su Gobierno será positivo en todas ellas al término del mandato que ya agoniza. A quienes reclaman la necesidad del cambio, el presidente y líder del PP contrapone la idea de que el cambio, a mejor, ya se ha producido durante los cuatro años de su primera legislatura.

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