La puntilla

Juan A. Navarro Arias / Janavarro@malagahoy.es

Comparaciones

DÓNDE celebraría ayer José Tomás su cumpleaños. El maestro Puyana no pudo interpretar el Cumpleaños Feliz en La Malagueta. Tampoco fue una tarde feliz para celebrar nada, taurinamente hablando. Trágicamente para los aficionados, para la ciudad y para la Fiesta en general, el de Galapagar no pudo comparecer en su cita anual en el coso malagueño, todo sea dicho que esto es así desde que Fernando Puche tomó las riendas de la empresa. La pena ayer es que tampoco vinieron sus toros, los que este Mesías del toreo exige cada vez que lidia. Entre otras cosas por eso sus galones tienen el peso que tienen. Las comparaciones son odiosas, eso dicen al menos, pero la realidad es que si José Tomás ayer hubiese estado en Málaga, los toros que hubiesen saltado al rubio albero malagueño bien habrían distado de los que vimos. Dicen que para el madrileño había una corrida de El Pilar reservada en el campo. Pero claro, se cayó del cartel por los motivos por todos conocidos y también se cayeron sus toros. Obviamente en estos movimientos siempre manda el dinero. Pero como el aficionado no ve, ni creo que le interese, las cuentas de nadie, nos quedamos con lo que vimos en el ruedo. Y con lo que no vimos. Para Sebastián Castella y Miguel Ángel Perera se anunciaban toros de Torrealta, que tuvieron que ser sustituidos por otros de Gavira. No eran del hierro anunciado en los carteles, su presentación simplemente fue ramplona en el mejor de los casos y no ofrecieron juego ninguno, aunque esto último, como pasa con los melones, no se sabe hasta que se abren. Pero así es la realidad y así de odiosas son las comparaciones. Habrá toros mejores y peores, algunos de notable presentación, pero el gran toro de Primera sin José Tomás este año no vendrá a Málaga.

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