Cenacheriland

Ignacio del Valle

Diálogos al Sol

Dela economía del siglo XX a la la economía disruptiva. Del sindicato al autónomo. El debate propuesto por Diálogos para el Desarrollo, de Management Activo, lo protagonizaron dos ex. Jordi Sevilla, mártir del zapaterismo y las administraciones públicas y José Manuel García-Margallo, asuntos exteriores y cordiales del PP. Oficiaban de Belmonte y Joselito. Entrevistados por Francisco Cabrera que sabe enredar. Los diestros tiraron de argumentario think tank en la intimidad de salón NH bravo Guadalmedina.

Doce minutos de exposición cada uno y réplica. Sevilla mencionó la triada digital, medioambiental y global. Puya al meteoroprimo de Rajoy. La competitividad según los mercados y una metáfora del túnel de la crisis. Unos avanzan y otros non.

Margallo también estuvo comprensible. Globalización, seguridad jurídica y democracia. La quimérica proporción de los must del progreso. Se extendió en el papel de Europa y de España en la comunidad de vecinos. Parece que estamos al día en las cuotas y que ahora es Italia quien rebota los recibos. Pintamos algo más en la economía de las dos velocidades. García-Margallo calmó al auditorio farmatint y dio una visión onírica de la paguita que enfurece al yayerío.

En el segundo asalto. Jordi Sevilla a puerta gayola introdujo el concepto de esclavo digital y los populismos enemigos de la economía de plataforma, los uber de la vida. También dió su versión del futuro mediopensionista.

Matices. Coinciden en lo fundamental: demografía, natalidad, necesidad de innovar y mejorar la productividad. Y también defendieron ambos e-toreros las grandes diferencias que les separan en fiscalidad. Hubo tiempo para mencionar el turismo y la estrategia del agua. Aquí se pinchó en hueso. García- Margallo y el trasvase sustituido por las desoladoras, de la Crisministra Narbona. Un poco de rifirrafe que si el presidente Aznar puso y tiró la primera piedra y el presidente Zapatero trituró el plan hidrológico.

Tras el almuerzo, la glucosa volvió a su nivel cordial y todos contentos para casa tras la evangelización del bit redentor al empresariado. Anoté que Jordi Sevilla a distancia de apretón de manos transmite ser honrado. Mirada clara y directa. Melancolía inteligente. Carga las losas del profesor particular de economía en dos tardes y el desquicie del procés. Respecto a García-Margallo puro mediterráneo, con muchas tablas de carey. Gesto fácil, rápido de tiro al dato y carcajada. A veces no parecemos españoles. Conversamos, razonamos. Con pasión, vehemencia y somos hasta amables con el adversario. Diálogos al sol del desarrollo que protagoniza Cenacheriland.

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