NO hay quien le tosa a Francisco de la Torre. A pesar de que haya completado uno de sus peores mandatos, el alcalde logrará, si se confirman los resultados de la encuesta publicada este fin de semana por este periódico, su tercera mayoría absoluta consecutiva. Y no sólo eso. Los populares logran 19 representantes frente a los 10 a los que desciende el PSOE por los dos de IU. Es cierto que el PSOE llega al 22-M debilitado por los efectos de la crisis, con un presidente que ya ha anunciado que no se presentará a los próximos comicios y acobardado ante la posibilidad de sufrir uno de los mayores varapalos de su historia, pero también lo es que el PSOE ha manejado muy mal los tiempos en el proceso de elección de su candidato. Paseó por media ciudad a Martín Delgado y lo puso en el escaparate hasta que el dedazo de Griñán y de la dirección provincial del PSOE encumbró a María Gámez. Aire fresco para el partido vinieron a decir desde el PSOE. Y puede que lo represente, pero hasta ese día, Gámez, a pesar de su cargo como delegada del Gobierno andaluz, era una desconocida para la inmensa mayoría de la ciudadanía. Si se confirman los resultados, el PSOE debería tener tranquilidad con ella porque su apuesta desde un principio era a medio o largo plazo.

Enfrente, De la Torre se tiene que estar relamiendo con los resultados. Con parte de un equipo de gobierno que ha hecho todo lo posible para debilitarle, con una ciudad que ha visto frenado su desarrollo y con una gestión que en algunas facetas ha sido muy deficitaria, De la Torre, tras 11 años en el poder, sale fortalecido y con la sensación de que la cita del 22-M será un paseo triunfal para él.