Gracias Pablo

Dormir sobre el frio suelo de las plazas debió ser un aliciente para buscar algo más de comodidad

Tras múltiples controversias hemos conocido por fin el modelo urbanístico que propugna Podemos para toda la ciudadanía: chalet de lujo con piscina. Sin duda alguna nunca un partido tuvo tanta ambición para que todos poseyésemos un nivel de vida tan alto. Pero tras haber oído al propio Iglesias reivindicar la igualdad de clases e insuflar a las masas con que "el pueblo unido jamás será vencido", la necesidad de ofrecer a todos el mismo modelo que se exige para si mismo es trascendental.

Quizás lo más complicado va a ser el cambio legislativo que todo esto supondrá. Convertir todo el suelo existente en España en urbanizable, para construir los miles de chalets de lujo con piscinas que todos nos merecemos, será una empresa encomiable. Realmente solo potencias como China o la antigua URSS se atreven a hacer operaciones inmobiliarias de este calado, aunque algo más humildes y con menores pretensiones, pero España solo puede merecer que tanto sus líderes como cualquier otro ciudadano posea ese chalet de lujo con piscina que tanto añoran.

La sorprendente evolución, desde las tiendas de campaña del 15M a este chalet de lujo con piscina del 16M, no puede más que hacernos sentir orgullosos de estos jóvenes políticos tan sibaritas. Está claro que dormir sobre el frío suelo de las plazas españolas debió ser un aliciente para buscar algo más de comodidad, pero nunca pudimos pensar que el cambio fuese tan extraordinario. La cola de manifestantes, soñadores y miembros de círculos que esperan ahora su chalet de lujo con piscina debe ser espectacular. Habrá que controlar bien que todos ellos sean auténticos revolucionarios, porque vaya a ser que se cuele alguno de la casta exigiendo su chalet y eso no puede consentirse.

Evidentemente toda esta ironía nace de la larga serie de soflamas, contra el modelo de vida de los dirigentes de otros partidos, que ha habido que escuchar por parte de estos jóvenes moralistas. Pero ya en el siglo XIX el poeta y ensayista estadounidense Logan Pearsall Smith criticaba a su clase política diciendo "Todos los reformadores, a pesar de su conciencia social, viven en casas tan grandes como pueden pagar". Parece que de aquellos polvos vienen estos lodos, porque a la larga el comportamiento sigue siendo el mismo. Porque aunque el pobre Iglesias acabe renunciando a su chalet de lujo con piscina ya nada lo diferenciará de su tan denostada casta.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios