SEGÚN tengo entendido la ciudad de Málaga es una Smart City (confieso que no sé muy bien qué es eso). Debe ser la causa de que el alcalde tenga su propio departamento de I+D. Una oficina de ideas siempre dispuesta a encontrar un problema a cada solución. Parece que nuestro regidor no sepa como decirle a la Junta que no quiere el Metro. Que, como se hizo en Sevilla en los sesenta, se entierren los túneles ya construidos a la espera de que, dentro de unas décadas, una nueva burbuja los despierte.

También el PSOE anda estos días poniendo en orden sus ideas. En la Conferencia Política los socialistas debatirán propuestas y alternativas a los graves problemas de nuestro país. Nuevas ideas con las que convencer a esa mayoría de españoles que se consideran socialdemócratas pero no votan al PSOE. El fuego mediático enemigo los critica por hablar de ideas cuando lo que tienen es un problema de liderazgo. Claro que cuando toque elegir líder dirán que su problema es de programa. La sucesión de Rubalcaba es lo que más interesa a los medios, convertirán la conferencia en una pasarela de aspirantes. Lo que sí debería preguntarse el partido, mejor dicho todos los partidos, es por qué no surgen liderazgos claros. El problema no es sólo quién debe sustituir al líder nacional. En Málaga, sin ir más lejos, tras casi dos décadas de mayorías absolutas del PP, los socialistas no han encontrado una alternativa para disputar en serio la alcaldía a los populares. Ni con primarias, ni sin ellas. Quizás deberían aprovechar la conferencia para reflexionar sobre ello. Si no será la forma de maniobrar de los aparatos lo que impide que surjan verdaderos líderes sociales dentro de los partidos. Plantearse si sus propias estrategias fatales, con las que se protegen del virus de la disidencia o del simple desacuerdo, son las que causan la selección adversa. Reconocer con humildad que los partidos no son hoy escuelas de liderazgo político, sino de adocenamiento.

Los socialistas necesitan un rearme ideológico. Los ciudadanos tienen claro que el PP está aprovechando la crisis para avanzar en su programa al máximo. El PSOE debe ofrecer propuestas creíbles para salir de la crisis sin talar el Estado de Bienestar. Ojalá la Conferencia Política del PSOE funcione como un laboratorio de ideas que, al contrario que el del alcalde, encuentre soluciones viables a los problemas reales de los ciudadanos.