EL ZOCO

Juan López Cohard

Insignificante, ineficaz e insustancial

EXACTAMENTE así, según la definición que hace el diccionario del término anodino, es como considera el Financial Times el programa de Zapatero para la presidencia de la Unión Europea. Es más, lo califica como "extraordinariamente anodino", con un titular demoledor: "Una España torpe guiará Europa". Este editorial fue recogido por el diario El País el mismísimo día de Reyes. El comentario destaca que difícilmente puede ser una guía para Europa el país, España, más duramente afectado por la recesión económica global con una cifra de paro cercana al 20%. Pero no es esa realmente la causa de calificar tan desoladoramente el programa expuesto por el presidente para este semestre europeo, sino la tendencia que ha mantenido tenazmente de centrar sus estrategias en propiciar cambios sociales y políticos en perjuicio del objetivo primordial en estos momentos -el que más importa a los ciudadanos ante la situación actual- que es la recuperación económica. Es por eso que, en el citado editorial, el Financial Times "se lamenta de que España cometerá el error de centrar los esfuerzos en el funcionamiento de las instituciones en lugar de en los problemas reales de los ciudadanos".

La percepción del diario británico no está muy lejos de la que tenemos los españoles de un tiempo a esta parte. Desde que estalló la crisis financiera global, precedida previamente en algunos países, y en España especialmente, del derrumbe del sector inmobiliario, el Ejecutivo ha venido trabajando más en cambiar las estructuras sociales, algunas en profundidad y de hondo calado, que en reformar las estructuras económicas a fin de minimizar los efectos de la citada crisis. Las consecuencias están a la vista. Desde septiembre de 2007, mes en el que se hace patente la crisis, nuestra economía ha venido deteriorándose hasta llegar a terminar 2009, año en el que se ha venido pronosticando por el Gobierno la recuperación, con cuatro millones de parados. Es pues, totalmente lógico que más allá de los Pirineos, el programa propuesto por la presidencia española de la UE se vea, aparte de con mucho escepticismo, como insignificante, insustancial e ineficaz.

Puede que temas, en política exterior, como el fortalecimiento de las relaciones de la EU con Cuba sean de cierta importancia, pero es más que dudable que a los ciudadanos europeos les interese mucho estrechar los lazos con un país que no deja entrar en su territorio a un eurodiputado por motivos políticos. (Claro que -haciendo un inciso- en el caso del eurodiputado andaluz Yáñez, conocido por el hundimiento de la nao Victoria en la Expo de Sevilla, los motivos han podido ser por pura precaución y salvaguarda de su flota).

Y lo que no ha debido dejar muy tranquilos a los dirigentes europeos es el pronóstico de López Garrido de que la presidencia española va a marcar lo que será Europa en los próximos 10 años. A más de uno se le han puesto los pelos de punta.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios