Luces y sombras

Antonio Méndez

Invitaciones menores

A lo largo de este último mandato de Francisco de la Torre la polémica por las adjudicaciones directas de las obras o los contratos menores, invitaciones les llaman en el sector, ha sido recurrente. Sin embargo, hasta ahora todas nuestras sospechas del porqué unas empresas salen favorecidas en detrimento de otras se diluyen frente un muro contundente ante el que hay que rendirse: el procedimiento lo ampara la ley. Pero, cuidado, la norma sí impide que una actuación de envergadura se trocee para distribuirla luego a pedazos y a dedazo.

Así que el Ayuntamiento de Málaga, como el resto de los municipios y administraciones públicas, utilizan un instrumento que les permite repartir a su antojo, en el caso del primero, varios millones de euros al año, (una cifra a voleo porque no tengo los datos reales). Y hay que fiarse del criterio del concejal de turno para adjudicar esos 30.000 ó 50.000 euros en cada obra. Sin mirar afinidades ideológicas o personales, sin contemplar que te caiga en gracia una empresa y a otra le tengas inquina, sin pensar en lo sencillo que es caer en el intercambio de favores.

Y no sigo enumerando hipótesis, que quiero darle descanso a los abogados de la concejal Teresa Porras, porque ser querella de segundo plato no sirve ya ni para que me den un #ff en Twitter el próximo viernes. Mi fe política no llega al extremo de que confíe en que los responsables siempre obren en interés exclusivo de la ciudad y no a capricho personal o del partido de turno. Y digo esto por indicios veraces que a menudo manejamos y al final debemos silenciar porque no hay manera de probarlo.

La Asociación de Promotores y Constructores llegó a pedirle por carta al alcalde de Málaga, hace ahora poco más de un año, que evitara que se concentraran las adjudicaciones en unos pocos. Una queja más bien tímida. Al fin y al cabo, los favorecidos también eran socios de la propia entidad y no era cuestión de tirar pedruscos a su tejado. El acuerdo pasó porque el reparto por distrito no supusiera para una firma más del 15% del total. Pero tajo a tajo, obra pequeña a menor, en poco tiempo algunos han obrado el milagro y ya concursan a lo grande. Unos invitados que si quieren pueden invitar.

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