Es difícil empezar a beber. Si en casa se bebe, se es más permisivo, pero las causas más evidentes, a mi entender son tres: se empieza a beber, porque así se supera la timidez, nos armamos de una desenvoltura que no tenemos y eso nos proporciona pequeños éxitos. También las bebidas en grupo, los botellones nos hace más iguales, más guapos y valientes. Llegamos a la tercera fase: bebemos porque después de varias copas "se nos calienta la boca" y no podemos parar. Una copa llama a la otra. Si no hay nadie, bebemos solos. Si tenemos resaca, creemos que un par de tragos nos aplacará el malestar y, al tercero, empezamos de nuevo el ciclo, que con el tiempo se convertirá en dependencia. Cada joven que cae en esta dinámica nota que empieza a tener problemas, pero no lo reconocerá hasta que admita el mismo que los tiene. El alcoholismo es una enfermedad progresiva e incurable. La única manera de detenerla es dejar por completo la bebida. Existen grupos de ayuda para conseguir la sobriedad. ¡Busca sus direcciones y visítalos!.

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