Tiempo Un frente podría traer lluvias a Málaga en los próximos días

Tanto que unos y otros se quejaban con respecto a la gestión de empresa mixta de limpieza Limasa en los últimos 16 años, ahora que parece que queda Limasa para rato al haberse prorrogado hasta nuevo aviso el actual contrato nadie dice ni mu. Todos -trabajadores, partidos de la oposición, ciudadanos y, por supuesto, el equipo de gobierno del PP- se han mostrado de una manera u otra contrarios al modelo de gestión actual, evidentemente cada uno por razones bien distintas. Pero llama la atención como todos han dado por hecho, casi como algo natural que tenía que pasar, que el fiasco de Limasa -como así se han referido a la polémica empresa mixta algunos grupos de la oposición- va a seguir como si nada hasta que en algún momento el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, considere que es el momento oportuno para terminar de deshojar la margarita y decidir si a partir de entonces la empresa será pública o privada. Hace justo un año se ponía fin a una larga huelga protagonizada por los trabajadores de Limasa que encendió los ánimos de gran parte de la sociedad malagueña y que hizo coincidir a una gran mayoría en que algo debía cambiar en un modelo que no ha convencido nunca y que además no ha favorecido que la ciudad esté más limpia. Eso ocurrió cuando apenas faltaba un año para que venza el contrato el próximo 17 de abril, un plazo que a priori cabía pensar que era suficiente para plantear el nuevo modelo de gestión y hacer una transición tranquila fuese cual fue la opción elegida. Pero el impulso de aquellos primeros días se desinfló pronto y, aunque en algunos momentos ha parecido incluso que había ganas de hacer las cosas bien, la realidad que se veía venir desde hacía tiempo se confirmó definitivamente cuando la semana pasada se dio el visto bueno a una prórroga sin una fecha límite. Es decir, hasta que se tenga decidido el nuevo modelo. Y eso ya sabemos que en Málaga puede ser peligro. Si con una fecha marcada en rojo en el calendario no se ha llegado a tiempo, ahora sin plazo concreto esto puede ser eterno. El alcalde quiere pensarlo ahora con calma, después de que la crisis interna abierta en su propio grupo por su defensa casi en solitario por la municipalización frenara en seco sus intenciones. Aunque claro teniendo en cuenta que De la Torre sigue deshojando todavía la margarita en una cuestión tan trascendental como es si vuelve a optar a ser reelegido o no en las elecciones municipales de dentro de dos años, el tema de Limasa puede acabar en el país de los sueños perdidos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios