Reunidos en torno a una tragedia, decenas de malagueños emprendieron ayer una marcha desde el centro de la ciudad hasta el Peñón del Cuervo para rendir homenaje a las 100.000 personas que se vieron obligadas a huir por la carretera de Almería en febrero de 1937 ante el recrudecimiento de los bombardeos en la capital malagueña. Izquierda Unida convocó el acto con el que se pidió la anulación de las condenas de los militares a los ciudadanos y se reclamó "recuperar la memoria" para que no caiga en el olvido el "genocidio" producido en la desbandá.