Hoja de ruta

Ignacio Martínez

Madres pobres

HAY veces que los socialistas se comportan como buenos conservadores. Por ejemplo, cuando proponen cheques universales por nacimiento o por contribuyente. Medidas nada progresivas, que a los ricos no les suponen nada, mientras a los pobres les vendría bien que la paga fuese dos, tres o cuatro veces mayor. Por ejemplo, los 5.000 millones de euros del regalo fiscal propuesto por Zapatero, a base de 400 euros por barba, deberían repartirse entre los menos favorecidos, que así tocarían a una cantidad muy superior. El caso de la madre de Iván y Sara es otra actuación impropia de progresistas. Ha hecho bien el presidente Chaves en pedir disculpas tras la sentencia del Tribunal Constitucional a favor de la madre de estos jóvenes. Pero ha usado mal el condicional. Pedir perdón por "si la Junta hubiera cometido algún error" es una desafortunada interpretación de la sentencia: hay once resoluciones judiciales que establecen errores y arbitrariedades en este caso.

Esta es una historia que si la vemos en un culebrón, pensamos que los guionistas exageran. Iván y Sara fueron declarados en desamparo y dados en adopción en septiembre de 1998, mientras la madre se trataba contra su adicción al alcohol, a pesar de que había informes sobre sus progresos. Carmen Fernández luchó por mantener la custodia de sus hijos durante más de once años. La Justicia la reconoció víctima de un calvario causado por las arbitrariedades de la política de acogimiento de la Junta y las decisiones de un juez de familia. Murió de cáncer en diciembre a los 49 años, sola, en una residencia para enfermos terminales. No pudo cobrar los 1,7 millones de euros que la Audiencia Provincial de Sevilla le otorgó en concepto de indemnización.

La pobreza nunca debería ser un argumento contra el ejercicio de la paternidad responsable. Eso vale para esta limpiadora de las Tres Mil Viviendas o la trabajadora de hostelería saharaui, cuya hija convaleciente de una operación de corazón está con una familia de acogida en la provincia de Sevilla. Un juez de Lora del Río acaba de ordenar que esta niña saharaui, de siete años, sea entregada a su madre biológica cuando finalice el presente curso escolar.

En enero de 2006 Félix Bayón escribió sobre el caso de Carmen Fernández, cuando la Audiencia de Sevilla se pronunció a su favor. "Lo malo es que estas aberrantes situaciones se suceden sin que se suscite la más mínima reflexión. No son errores aislados: son demostraciones de que lo que falla es el concepto, pero, aun así, la inercia hace que se insista en las mismas políticas. Es triste que los niños tengan padres enfermos o pobres, pero así es la vida. Lo contrario nos llevaría a reservar la paternidad para los sanos y ricos. Así, dejaría de ser un derecho para convertirse en un lujo". Esperemos que no sea así.

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