H A pasado por todos los escalafones de las categorías inferiores, por eso es el canterano por derecho del Málaga. Ha conseguido que Muñiz apueste por él en lugar de Mtiliga y que la afición le mire con más cariño que a otros. Sin embargo, hay muchos niños que no lo pueden ni ver. Literalmente. Y es que Manu Torres se ha convertido en la gran reliquia blanquiazul de la colección de cromos de la Liga Este, de Panini, que, como cada verano, causa furor entre los más pequeños (y los no tanto) de España. Como suele suceder, desde que sale el álbum en verano hasta que se cierra el mercado, se producen muchas novedades. Cromos de jugadores que aparecen en unos equipos se han ido a otros, muchos fichan a última hora y alguno que otro no tiene hueco ni en la página de su equipo en el álbum ni en la sección de fichajes. Son los llamados coloca -las antiguas sustituciones-, que los ideólogos de la colección sacan al mercado para que se ubiquen encima de otros compañeros. Este año, en el Málaga es el caso de Jesús Gámez, Benachour, Forestieri y Manu Torres. Los tres primeros no están siendo cromos muy complicados de conseguir, pero sí el del canterano, que se ha convertido en una pieza al alcance de unos privilegiados. A día de hoy, muchos niños tienen la página de su Málaga completa a falta de su enemigo. Incluso Edinho, Obinna y Santamaría, ubicados entre los últimos fichajes y, por tanto, más difíciles de tener, se han visto con mucha más frecuencia. En otras campañas ha habido jugadores obsesionados por tener su propio cromo. Manu lo tendrá crudo si se busca a sí mismo.