Los lobos del olvido

Mucho se está hablando durante estos últimos días del juez Garzón y de su decisión de "hurgar en heridas cerradas". Se le ataca desde todos los ámbitos, con mayor o menor razón, pero con una increíble falta de respeto a su persona y a su labor, torpedeando su determinación para dejar zanjado, de una vez por todas, cierto episodio de nuestra historia más reciente: el de las fosas de la Guerra Civil y de la posguerra. Bajo ningún concepto se puede apelar a que la Transición ya dejó solventado este asunto. La Transición cerró los odios, pero no los sufrimientos. Mientras haya un solo cadáver abandonado como un perro en campos y cunetas, lugares anónimos para ocultar matanzas injustificables, la democracia no habrá alcanzado la satisfacción plena de llamarse democracia. Nada va a abrir el juez Garzón que no esté abierto, porque el dolor del enfrentamiento cainita, que dejó asolado nuestro país desde 1936 a 1939, aún sigue vivo, y más aún el que aconteció tras la victoria, que fue una venganza en toda regla. Familias enteras, de ambos bandos, aún desconocen los lugares que acogieron los cuerpos de sus desaparecidos. Nada más ignominioso que ignorar la tumba de tus difuntos; sin ellos no hay duelo, sin ellas no hay consuelo. Otra cosa distinta es entrar a querer juzgar a personas que, en el mejor de los casos, ya son ancianas, y que de nada ha de servir.

Juan Carlos Pérez (Correo electrónico)

Sistema educativo

Gracias al presidente del Gobierno y a la ministra de Educación y Cultura por sacar de las aulas el Latín, el Griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, la Lengua, las Matemáticas, la capacidad de leer y, por tanto, de comprender el mundo. Habéis hecho que España figure entre los países más incultos de Europa y que nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora. El último informe PISA deja al sistema educativo de España en un mal lugar. Sigue por debajo de la media de los países de la OCDE. En lugar de solucionar el problema, los socialistas se limitan a justificar dicha situación. Se inventan asignaturas nuevas como Educación para la Ciudadanía, caracterizada por su carácter doctrinario que, como ya ha recogido alguna sentencia, pretende conformar en los alumnos una conciencia moral concreta, la denominada conciencia moral cívica, atentando contra el derecho de los padres y dividiendo a la sociedad.

Luis Salamanca (Correo electrónico)

Urbanidad

Ahora hemos entrado en crisis con eso de la urbanidad. Y por eso pasa lo que pasa, porque cada uno puede hacer lo que quiera y no nos importa tener todo sucio. El no querer la urbanidad abarca todo. Inventamos las peores fechorías. Lo del paro también tiene que ver. Venga a hacer casas y todo son escombros. No se pueden pagar las viviendas porque son muy caras. La crisis de los automóviles, lo mismo. Todo es polución, porque si cada uno de la familia circula con un coche, conseguimos que haya más humo y más suciedad.

Carmen Bardaji (Correo electrónico)

¿Es realmente un objetivo necesario y legítimo para la justicia penal ponerle un sello oficial a una sentencia dictada ya por la sociedad contra unos canallas que han fallecido hace mucho tiempo? Esta pregunta remueve el alma española porque araña un sobreentendido formado durante años. Los españoles siempre han contemplado categóricamente su Transición como algo ejemplar. ¿Acaso no lo fue? Quien se dedique a analizar, aunque sólo sea de manera rudimentaria, la brutalidad de la Guerra Civil de 1936 a 1939, así como las atrocidades cometidas por los victoriosos franquistas tras finalizar las hostilidades, podrá hacerse a la idea de la magnitud del mérito alcanzado por los españoles alcanzando un acuerdo de convivencia pacífica. Pero lo que diferencia a España de otros países que tras experimentar una dictadura han dado un giro hacia una sociedad democrática es la renuncia a una asimilación pública de los crímenes de la dictadura. Esto ha exigido una enorme generosidad por parte de las víctimas de la dictadura de Franco y de sus familiares. Esta exigencia ha consistido en reprimir la reivindicación de justicia y de certidumbre, consintiendo en silencio las carencias de la Transición. (...)