Postales desde el filo

Monarquía y Constitución

El sentimiento republicano está muy extendido en una izquierda que cultiva una visión idealizada de la II República

Te guiarás permanentemente por la Constitución, cumpliéndola y observándola", exhortaba el Rey a su hija Leonor, en una ceremonia en la que le imponía una insignia como símbolo de la continuidad institucional de la Corona. Le transmitió a su heredera una idea básica: que la única legitimidad de la monarquía procede de la Ley, de la Ley de leyes. También la alentaba a respetar las ideas y creencias de los demás y a hacer suyas todas las preocupaciones y anhelos de los españoles. No soy monárquico, como probablemente tampoco lo sean ustedes, pero no tengo ningún problema en aceptar la monarquía parlamentaria como sistema. Como parte del consenso básico que alumbró nuestra Constitución. Más que por pragmatismo, por haber cumplido, hasta ahora, eficazmente su cometido. Lo hizo antes de ser una monarquía constitucional, en la Transición, jugando un importante papel para que nuestra sociedad avanzara hacia una democracia plena e integradora. También en las tribulaciones del 23F y ahora Felipe VI en la crisis catalana, cuando su intervención sonó como la del único adulto en medio del balbuceo político.

El sentimiento republicano está muy extendido en una izquierda que ha cultivado una visión idealizada de la II República. Aunque fue un periodo de luces y sombras, los cuarenta años de franquismo consiguieron que cristalizase en un mito luminoso. Algo que parece que impide a muchos tener una visión objetiva sobre la realidad de nuestra monarquía constitucional. Un ejemplo son las críticas que se han hecho, desde distintos ámbitos, al discurso del Rey del 3 de octubre. Le han reprochado su falta de neutralidad entre los bandos en conflicto… ¿Bandos? ¿Cabe hablar de bandos ante un conflicto planteado por quienes desafían y atacan gravemente al Estado de Derecho? ¿Cómo se puede exigir neutralidad a quien ostenta la jefatura constitucional de ese Estado y, por lo tanto, tiene entre sus misiones fundamentales su defensa y su integridad? Parece mentira que haya que recordarles principios tan elementales de democracia a tanto profesor de Ciencia Política que ejerce de político o de tertuliano. Entre izquierdistas e independentistas parece que, como ocurrió en la II República (a tenor de las graves dificultades que sufrieron sus distintos gobiernos), haya pocos demócratas entre tantos republicanos.

Cuando el Rey exhortó a "guiarse permanentemente por la Constitución", no sólo le hablaba a su hija Leonor.

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