Al margen

Ramón Triviño / Almargen@malagahoy.es

¡Ojo al parche!

CUANDO tras las pasadas elecciones municipales de mayo la organización local de Izquierda Unida (IU) en Torrox se empecinó, al igual que en Vélez-Málaga, en romper el pacto regional suscrito con el PSOE de Andalucía, para impedir que los socialistas, ganadores de los comicios, continuaran al frente del Ayuntamiento, se daba paso a un extraño gobierno de coalición en el que se mezclaban churras con merinas. Un ejecutivo compuesto por los cinco concejales de IU, dos ediles de la derechista Plataforma de Independientes Unidos (PIU), lo más rancio de la derecha local, y dos del PSA, uno de ellos el ex alcalde de IU, aunque en esta ocasión con chaqueta nacionalista y que ahora concurre a las elecciones generales del 9-M como cabeza de lista al Congreso de los Diputados por la reunificada formación andalucista en la provincia de Málaga.

Este matrimonio a tres bandas se vería enseguida marcado por las rarezas al ceder su alcaldesa, Toñi Claros, su cargo de forma accidental al siguiente compañero de su lista, Teodoro Ruiz, ya que, por motivos profesionales, la regidora decidió acogerse a una inusual baja temporal en sus funciones. Cuando aún no se ha cumplido un año de la renovación de las corporaciones locales, han comenzado a saltar a las páginas de los medios de comunicación preocupantes noticias que pueden ser síntomas de situaciones anómalas. Esta misma semana, se sabía que más del 60 por ciento de la plantilla de la Policía Local no acude a su puesto de trabajo dejando al extenso término municipal sin ningún tipo de vigilancia. Un conflicto que se arrastra desde hace meses, al parecer debido al enfrentamiento de la plantilla del cuerpo de seguridad local con el oficial responsable del mismo.

Hace pocas fechas también se supo que el ejecutivo local suspendía la concesión a la empresa encargada de las obras de rehabilitación de la antigua N-340 y se las encargaba a los servicios operativos municipales, que en su horario de 8.00 a 15.00, podrían prolongar estos trabajos per secula seculorum, además de poner a las arcas del Consistorio ante un nuevo desafío.

En medio de una abundante rumorología, que entre otros asuntos aborda el posible carpetazo al proyecto, ya aprobado, para la construcción de un gran teatro en el municipio, el alcalde en funciones sale a la palestra para quejarse de que la Junta de Andalucía y sus delegados en Málaga le están "ninguneando". Una actitud que podría ser cierta, pero que de ninguna manera justificaría los desaguisados que se evidencian. ¡Ojo al parche!

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