Pedro nos quiere gobernar

El secretario del PSOE no convocaría elecciones de inmediato. Intentaría coger aire en La Moncloa

Desde que hace un año le ganara las primarias del PSOE a Susana Díaz, a Pedro Sánchez se le ha visto y oído poco. Ayer encontró una manera de ponerse en el escaparate nacional al presentar una moción de censura, que por primera vez en las cuatro ocasiones que ha habido podría tener los votos suficientes. Es una suma difícil y heterogénea, pero lo lograría con Podemos y los nacionalistas. Aunque en España se ponen las mociones de censura para desgastar al Gobierno, en esta ocasión el endeble secretario general del PSOE tiene un triple premio. Reaparecer en escena, desgastar aún más al PP, un partido gobernante que se tambalea sonado en el ring, y poner en un brete a Ciudadanos, la potente fuerza emergente.

A cambio de estos beneficios, Sánchez sin consultar a otras fuerzas políticas ni a los barones de su organización, ha acaparado el foco que los españoles tenían puesto en la sentencia de Gürtel. El tribunal ha condenado al PP como beneficiario de la trama corrupta, ha puesto durísimas penas a su ex tesorero y su conseguidor, considera que existía una Caja B y no se cree el testimonio de sus dirigentes, incluido el del presidente del Gobierno. En cualquier país de Europa el primer ministro habría presentado la dimisión. En España, Rajoy se agarra al poder como una lapa y lanza el mensaje del miedo: esta moción es mala para la recuperación económica y perjudica los intereses generales.

Es una opinión egoísta. Quizá lo más sensato sería una convocatoria de elecciones por parte de Sánchez en caso de ganar, o por parte de Rajoy a cambio de que el líder del PSOE retire su moción, como pide C's. Unas elecciones generarían incertidumbre, pero un cambio de gobierno sería percibido como esperanzador en ámbitos económicos y diplomáticos. Pero Sánchez ya ha dicho que no haría tal cosa. Él quiere gobernar y coger aire en La Moncloa a ver si tiene más suerte en las próximas generales. También aduce intereses generales: la normalización, atender a las necesidades de los españoles… Y pide a los demás que le voten por responsabilidad y generosidad. Esta última está usada con propiedad: hay que tener generosidad para dar el gobierno de la nación al partido que va cuarto en algunas encuestas.

Así las cosas, la inestabilidad de España en los próximos días se unirá a la italiana, deteriorando el flanco sur del euro. Y entre los desastres de la moción de censura, a Rajoy se le olvidó añadir que le va a dejar sin presenciar la final de la Champions. De ahí acaso su enorme disgusto. Vaya por Dios.

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